14/04/25 | Internacional
Roula Khalaf, Henry Foy y Andy Bounds
La Unión Europea (UE) está preparada para desplegar un conjunto de medidas comerciales más contundentes entre las que podrÃan figurar gravámenes a las Big Tech estadounidenses si no dan resultado las negociaciones con Donald Trump para evitar la escalada de la guerra arancelaria.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló en una entrevista con Financial Times que la UE buscará un acuerdo "completamente equilibrado" con Washington durante estos 90 dÃas de moratoria que Trump ha concedido a sus socios comerciales para aplicar aranceles adicionales. Pero la jefa del Ejecutivo europeo advierte que si fracasan las negociaciones está dispuesta a introducir medidas más drásticas en la guerra comercial transatlántica a los servicios, lo que podrÃa incluir un impuesto sobre los ingresos por publicidad digital que afectarÃa a las grandes tecnológicas como Amazon, Google y Facebook.
"Estamos analizando introducir medidas de represalia", dijo Von der Leyen, explicando que estas podrÃan incluir el primer uso del Instrumento Anti-coerción [conocido como bazuca comercial] que cuenta con la capacidad de afectar las exportaciones de servicios. "Existe una amplia gama de contramedidas en caso de que las negociaciones no sean satisfactorias". Esto podrÃa incluir aranceles al comercio de servicios entre Estados Unidos y la UE, y subraya que las medidas concretas dependerán del resultado de las conversaciones con Washington.
"Por ejemplo, se puede imponer un impuesto a los ingresos publicitarios de los servicios digitales". La medida consistirÃa en un arancel aplicado en todo el mercado único, diferente a los impuestos sobre las ventas digitales cuya aprobación depende de cada Estado miembro. afirma que la guerra comercial de Trump ha provocado "un punto de inflexión total en el comercio global".
"Es un punto de inflexión con EE.UU., sin duda alguna", asegura, añadiendo: "Nunca más volveremos al statu quo". "Y no hay ganadores en esto, solo perdedores", ha proseguido, refiriéndose a los grandes vaivenes en los mercados de valores y bonos. "Hoy vemos el costo del caos... el costo de la incertidumbre que estamos experimentando será muy alto".
Defendiendo la idea de negociar con Washington, la Comisión suspendió el jueves sus represalias previstas contra los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio impuestos el mes pasado. Las medidas habrÃan afectado a importaciones estadounidenses por un valor aproximado de 21.000 millones de euros, incluyendo productos de aves de corral, jugo de naranja y yates.
Von der Leyen, responsable de la polÃtica comercial en nombre de los 27 Estados miembros de la UE, asegura que la Comisión habÃa intentado antes negociar con EE.UU., pero le dijeron que esperara hasta el anuncio de Trump del pasado 2 de abril, cuando se impuso un arancel "recÃproco" del 20% a la UE.
La UE ha ofrecido a Washington un acuerdo arancelario "cero por cero" para los bienes industriales, pero la propuesta no ha tenido mucho éxito en Washington, donde se quejan de supuestas barreras comerciales no arancelarias de la UE, como el IVA y los requisitos, criterios y normas de calidad de producto.
Von der Leyen se muestra abierta a debatir la armonización de las normas de la UE y EE.UU., pero cree que probablemente, tendrÃa unos resultados limitados. "Creo que vale la pena analizar cómo podemos armonizar nuestras normas y estándares para facilitar los negocios. Asà que estoy abierta a ello", asegura. "Pero no debemos generar demasiadas expectativas porque (...) a menudo existen diferentes estándares por las diferencias culturales y el estilo de vida". Descarta modificar el Reglamento de Servicios Digitales "intocable" de la UE, algo que los funcionarios de Trump interpretan como un impuesto de facto sobre las grandes empresas tecnológicas estadounidenses. La UE tampoco negociará sobre el IVA, porque, según ella, es equivalente a la tasa impositiva sobre las ventas y el uso de EE.UU.: "Estos no están en la agenda de asuntos posibles de negociación porque son decisiones soberanas".
Si las negociaciones fracasan, la UE reactivarÃa automáticamente las contramedidas de represalia previstas en respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio. Además, Von der Leyen añade que contramedidas adicionales a los llamados aranceles recÃprocos de Trump podrÃan afectar al enorme superávit de servicios de EE.UU. con la UE. El presidente estadounidense solo contabiliza los bienes en sus cifras comerciales, excluyendo los servicios estadounidenses exportados al resto del mundo.
"Las empresas de servicios hacen buenos negocios en este mercado [de la UE]. Y la gran mayorÃa de los servicios, el 80%, proceden EE.UU. Por lo tanto, reiteramos nuestra voluntad de encontrar una solución negociada que sea lo mejor para todos", insiste.
Además de la posible focalización en el comercio de servicios, Von der Leyen apunta que Bruselas también está considerando medidas como un posible impuesto a las exportaciones de chatarra a EE.UU., donde estos suministros de la UE tienen una gran demanda por parte de las acerÃas estadounidenses.
En cuanto a las posibles repercusiones de una guerra comercial global, Von der Leyen es tajante al afirmar que la UE "no tolerará" que los productos chinos afectados por los aranceles estadounidenses se redirijan a Europa, y añade que Bruselas "adoptarÃa medidas de protección" si los mecanismos para monitorizar el comercio detectaran un aumento en las importaciones chinas. Von der Leyen detalla que ya ha planteado esta semana este asunto al primer ministro chino, Li Qiang, en una llamada telefónica, y que este le habÃa respondido que "este riesgo no existe, porque estimularÃa el consumo en China".
Independientemente del resultado de las negociaciones con EE.UU., las polÃticas de Trump han transformado por completo las relaciones comerciales globales, dice Von der Leyen, y ya han impulsado las conversaciones entre la UE y potencias como Malasia, Tailandia, Filipinas, Indonesia y los Emiratos Ãrabes Unidos.
"Muchos paÃses del mundo tienen interés en colaborar estrechamente con nosotros, juntos, para equilibrar el sistema en pro del libre comercio para que compita realmente en términos de calidad y no de aranceles", dice von der Leyen. Tanto EE.UU. como la UE coinciden en que las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no han logrado garantizar la igualdad de condiciones, ya que China subvenciona parte de su producción manufacturera, inundando los mercados globales. La guerra comercial ha impulsado debates sobre cómo modernizar, reformar y estabilizar la OMC. "Pero el énfasis debe estar en la modernización y la reforma; no se puede preservar lo que tenemos hoy, porque hay demasiadas dificultades que lo impiden", afirma. "Es decir, nunca desperdicien una buena crisis".
- Compartir: Twittear
-
Internacional
Un llamado a revitalizar el multilateralismo comercial