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14/01/25 | Internacional

El persistente desafío de la evasión arancelaria en el comercio exterior de EE. UU.

Image La Guerra Comercial entre Estados Unidos y China ha sido un eje central de las relaciones económicas internacionales, destacando las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo. En este contexto, las medidas arancelarias impuestas por EE. UU., diseñadas inicialmente para frenar prácticas comerciales desleales, han generado respuestas estratégicas de las empresas chinas que buscan minimizar su impacto, señala Shipping and Freight Resource.

Estrategias de evasión

Un análisis de NUCO Logistics, transitario y agente de aduanas basado en Houston, detalla las principales tácticas utilizadas por los fabricantes chinos para sortear los aranceles estadounidenses. Estas estrategias incluyen:

Traslado de producción: Empresas chinas han movido sus operaciones a países como México, Vietnam y Malasia, aprovechando acuerdos como el USMCA (United States-Mexico-Canada Agreement), que permite que bienes producidos en México ingresen a EE.UU. sin aranceles.
Oscurecimiento del origen: Mediante el desvío de bienes a través de terceros países y el reetiquetado de productos, los fabricantes dificultan la identificación del origen real de la carga. Estas prácticas complican la labor del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) para rastrear el origen de las importaciones.
Estas tácticas no solo reflejan la adaptabilidad de los fabricantes chinos, sino también las dificultades de las políticas arancelarias para controlar cadenas de suministro globales altamente complejas.

Posibles cambios

Durante el segundo mandato del presidente electo Donald Trump, se anticipa una intensificación de las políticas arancelarias y mayores esfuerzos de aplicación. Entre las medidas previstas se encuentran:

Aumento de aranceles: No solo sobre productos chinos, sino también sobre bienes provenientes de países que faciliten la evasión arancelaria.
Refuerzo del CBP: Más recursos para supervisar actividades de transbordo, imponer sanciones y rastrear el origen real de las importaciones.
Incentivos a la producción nacional: Nuevas políticas que promuevan la fabricación en EE.UU., penalizando la fabricación en el extranjero.
Restricciones tecnológicas: Prohibiciones específicas para bienes vinculados a preocupaciones de seguridad nacional, como las grúas chinas en puertos estadounidenses.
Implicaciones globales

Estas políticas podrían tener efectos amplios en el comercio mundial, incluyendo:

Incremento de costos: Los consumidores enfrentarían precios más altos debido a las restricciones.
Diversificación de cadenas de suministro: Las empresas buscarían alternativas para minimizar los riesgos comerciales.
Tensiones geopolíticas: Otros países podrían alinearse con EE.UU. o China, profundizando la fragmentación económica global.
Finalmente…

La evasión arancelaria pone de manifiesto las limitaciones de las políticas tradicionales en un comercio globalizado. Para abordar este desafío, EE.UU. necesita combinar medidas de protección con estrategias pragmáticas, incluyendo una mayor transparencia en las cadenas de suministro, alianzas internacionales y apoyo a la competitividad nacional.

La próxima etapa de la Guerra Comercial dependerá de cómo EE.UU. y sus socios ajusten sus políticas a la realidad de un mercado global interconectado, equilibrando proteccionismo con crecimiento sostenible.

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