Superávit comercial Argentino en la cornisa, el despegue de las importaciones al 35% desafía el crecimiento exportador moderado, el comercio exterior argentino durante el primer trimestre de 2025 exhibió una dinámica de contrastes, donde un crecimiento modesto de las exportaciones se vio ampliamente eclipsado por un aumento sustancial de las importaciones, generando un superávit comercial que, si bien se mantuvo en terreno positivo, encendió luces de alerta sobre posibles desequilibrios en el frente externo de la economía nacional. Según los datos preliminares difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las exportaciones de bienes alcanzaron un valor de USD 18.383 millones, lo que representó un incremento interanual del 5,3%. Sin embargo, este avance se vio significativamente superado por el vigoroso repunte de las importaciones, que experimentaron un salto del 35% en comparación con el mismo período de 2024, totalizando USD 17.623 millones. Como resultado de esta disparidad, la balanza comercial argentina arrojó un superávit de USD 761 millones, un saldo positivo que, no obstante, llegó acompañado de señales de creciente presión en el sector externo.

Exportaciones: El Agro como Motor Principal con un Ritmo de Crecimiento Cauteloso
El desempeño del sector exportador argentino durante el primer trimestre de 2025 estuvo liderado principalmente por los complejos agroindustriales, que tradicionalmente constituyen la columna vertebral de las ventas al exterior del país. Entre los principales productos que lograron colocarse en los mercados internacionales, se destacaron: los residuos de soja, con un valor de USD 1.898 millones; el maíz, alcanzando los USD 1.730 millones; el petróleo crudo, con ventas por USD 1.461 millones; el aceite de soja crudo, que generó ingresos por USD 1.421 millones; y el trigo, con exportaciones por un valor de USD 1.100 millones.

Estos productos primarios y con valor agregado del sector agropecuario concentraron una porción significativa del comercio exterior argentino, explicando en gran medida la participación dominante de los productos vegetales (que representaron el 22% del total exportado). Otros rubros relevantes en la canasta exportadora incluyeron alimentos y bebidas (con una participación del 15%), productos minerales (12%), grasas y aceites (10%), y productos de origen animal (9%). Si bien estos sectores mostraron un dinamismo positivo en general, el ritmo de crecimiento de las exportaciones en su conjunto resultó modesto en comparación con el fuerte impulso de las importaciones.

Destinos: El Eje Mercosur-Asia se Mantiene como Articulador del Comercio Exterior
En cuanto a los principales destinos de las exportaciones argentinas, Brasil se consolidó nuevamente como el principal socio comercial, absorbiendo el 15% del total exportado. Le siguieron en importancia Chile (con un 8% de participación), Estados Unidos (también con un 8%), India (6%) y China (5%). Esta composición geográfica de los destinos de exportación refleja una continuidad en el patrón tradicional del comercio argentino, caracterizado por una fuerte presencia regional dentro del Mercosur y vínculos comerciales estratégicos con los mercados asiáticos.

Importaciones: Un Salto Impulsado por la Inversión y la Demanda Industrial
En el frente de las importaciones, el significativo crecimiento del 35% durante el primer trimestre de 2025 estuvo impulsado principalmente por la adquisición de bienes de capital y manufacturas de origen industrial. Los sectores que mostraron una mayor incidencia en este aumento fueron las máquinas y aparatos eléctricos (con un 31% de participación en el crecimiento de las importaciones), los equipos de transporte (17%) y los productos químicos (15%).

Entre los productos individuales que registraron los mayores volúmenes de importación, se encontraron la soja no apta para siembra (utilizada principalmente como insumo industrial), diversos modelos de automóviles y autopartes (reflejando la demanda del mercado interno y la actividad de la industria automotriz), derivados del petróleo (para abastecer la demanda energética y la producción industrial), y una amplia gama de medicamentos e insumos tecnológicos, incluyendo módulos fotovoltaicos y partes para telecomunicaciones (indicando la inversión en infraestructura y el consumo de bienes tecnológicos).

Socios Comerciales: Persistencia de un Desequilibrio Significativo con China
El análisis de los socios comerciales revela una dinámica preocupante en la relación bilateral con China. Las importaciones provenientes de China (que representaron el 25% del total de las importaciones argentinas) superaron ampliamente a las exportaciones hacia ese país (que solo alcanzaron el 5% del total exportado), generando el mayor déficit comercial bilateral del trimestre, con un saldo negativo de USD 3.415 millones. A nivel general, los principales orígenes de las importaciones argentinas durante el primer trimestre de 2025 fueron China (25%), Brasil (24%), Estados Unidos (9%), Alemania (4%) y Paraguay (4%).

Balanza Comercial por Bloques: Superávit con África, Déficit con Socios Estratégicos
Al examinar la balanza comercial por regiones geográficas y bloques económicos, se observó un superávit comercial significativo con África (USD 1.382 millones), el Medio Oriente (USD 1.009 millones) y Chile (USD 1.261 millones). En contraste, se registraron saldos negativos con bloques comerciales clave para la economía argentina: China (con el ya mencionado déficit de USD 3.415 millones), la Unión Europea (con un déficit de USD 1.010 millones) y el Mercosur en su conjunto (con un saldo negativo de USD 1.366 millones).

Esta evolución de la balanza comercial por bloques pone de relieve la necesidad de monitorear de cerca el creciente desequilibrio con ciertos socios comerciales estratégicos, especialmente aquellos que representan importantes mercados para las exportaciones argentinas y, al mismo tiempo, son fuentes significativas de importaciones de bienes de capital e insumos industriales. El aumento de las importaciones, si bien puede ser un reflejo de la reactivación de la demanda interna y la inversión en sectores productivos, también plantea desafíos en términos de la sostenibilidad del superávit comercial y la estabilidad del sector externo de la economía argentina. La capacidad del país para impulsar un crecimiento más robusto de sus exportaciones, diversificar sus mercados y reducir su dependencia de las importaciones en ciertos sectores será crucial para mantener un equilibrio comercial sostenible en el mediano y largo plazo.