Por Julián Blejmar

Los derechos de exportación, habitualmente denominados retenciones, ascendieron según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) un 38,4% en relación con el año anterior. Así, el complejo agropecuario aportó hasta noviembre una cifra cercana a los USD6.000 millones; es decir, el 4,6% de la recaudación impositiva total de ARCA durante todo el año.

El aumento se vincula fundamentalmente con el hecho de que durante 2023 se experimentó la mayor sequía de las últimas seis décadas, por lo que incluso con el descenso actual cercano al 20% en el precio de la soja, que representa el 33% de los derechos de Importación, se logró obtener este incremento record en la recaudación.

Pese a ello, según datos de RIA Consultores, del ex subsecretario de Mercados Agropecuarios Javier Preciado Patiño, el porcentaje de ingresos por retenciones sobre la recaudación total sigue estando muy por debajo de lo registrado en 2021 y en 2022, cuando con cosechas normalizadas y un pico de precios en los granos, la participación llegó hasta noviembre de esos años a ser el doble que la actual; es decir, un 9% de los ingresos de la entonces AFIP, tras alcanzar el 7,1% en 2019 y 6% en 2020.

En este caso, aún cuando el 4,6% alcanzado este año luce lejos de esas participaciones, el guarismo se encuentra por encima del trienio 2016-2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri disminuyó fuertemente los niveles de retenciones y las mismas no superaron, hasta noviembre, el 3,8% de la recaudación total de la AFIP, llegando a ser de solo el 2,7% en 2017.

Buenas expectativas
Lo cierto es que tanto la sequía como el debate sobre nivel de retenciones parece ser historia, incluso frente a la promesa del Gobierno de eliminar tributos. De acuerdo con el último informe de RIA, la recaudación por derechos de Exportación se mantendría estable durante el año próximo, aunque también "podría exhibir algún grado de caída en función de cómo compense volumen por precio".

Esto es así porque, según detalló Patiño a BAE Negocios, la campaña 2024-2025 podría llegar a ser una de las mejores de los últimos años, con 140 millones de toneladas en caso de que el clima acompañe a lo largo del verano, pero este potencial buen rendimiento, sumado a la muy buena cosecha de Estados Unidos y a la expectativa muy favorable en Brasil, lleva a que actualmente "el mercado se presente bajista, con menores precios para 2025".

A pesar de ello, Patiño añadió que "si las condiciones climáticas no son desfavorables durante el verano podría observarse un volumen algo superior al evidenciado en la campaña 2023-2024, con lo cual se debería ver una campaña exportadora similar".

De esta forma, incluso cuando la soja se encuentra en el mercado de futuros de mayo unos USD17 por debajo de los niveles de diciembre (casi un 6% menos), la buena cosecha esperada de soja, que según señalaron desde RIA no debería ser inferior a los 51 millones de toneladas, con expectativas de llegar 53 millones, podría compensar la pérdida registrada en su precio.