El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció una flexibilización en el régimen de acceso al mercado de cambios para operaciones vinculadas al comercio exterior. La Comunicación “A” 8133, publicada por la entidad, introduce medidas que amplían las posibilidades de empresas para acceder a divisas y realizar pagos de importaciones de bienes y servicios. Estos cambios, que incluyen mecanismos de canje y arbitraje con fondos en moneda extranjera, buscan aliviar las restricciones del cepo cambiario y fomentar la actividad comercial internacional.

La normativa oficial detalla modificaciones que afectan tanto a pagos anticipados como a operaciones a la vista, incluyendo bienes de capital e importaciones críticas. Según el documento difundido por el BCRA, las empresas podrán utilizar fondos depositados en cuentas en moneda extranjera en bancos locales o combinar estas operaciones con la liquidación de financiaciones otorgadas por esas mismas entidades. Estas medidas, que regirán a partir de diciembre, representan un paso hacia la flexibilización de las reglas cambiarias que limitaban el flujo de divisas para el comercio exterior.

Las medidas que alivian las restricciones

Uno de los cambios más relevantes es la incorporación del punto que habilita el pago de importaciones de bienes a través de canjes y arbitrajes con fondos en moneda extranjera. Este mecanismo podrá utilizarse tanto para pagos a la vista como diferidos, siempre que se realicen bajo condiciones específicas establecidas por el BCRA. Además, se autoriza el uso simultáneo de financiamientos otorgados por bancos locales en moneda extranjera, facilitando las operaciones para empresas que dependen de insumos importados.

Otro ajuste clave afecta a los bienes de capital. Las empresas podrán realizar pagos anticipados mediante los mismos mecanismos de canje y arbitraje, siempre que los bienes de capital representen al menos el 90% del valor FOB total de la operación. Esta disposición considera también la posibilidad de incluir bienes complementarios como repuestos o accesorios necesarios para el funcionamiento de la maquinaria adquirida, lo que favorece la inversión en tecnología y equipamiento productivo.

En el caso de los servicios, la normativa introduce el punto 13.3.9, que permite a las empresas realizar pagos anticipados a contrapartes internacionales no vinculadas, utilizando fondos en moneda extranjera bajo las modalidades de canje o arbitraje. Además, el reemplazo del primer párrafo del punto 13.3.1 flexibiliza el acceso al mercado de cambios para financiamiento de servicios, siempre que las condiciones de vencimiento y montos respeten lo estipulado en la normativa.

Un impacto positivo en el comercio exterior
Estas modificaciones tienen el potencial de aliviar las tensiones financieras que enfrentan empresas dedicadas al comercio exterior. Sectores como la industria, la tecnología y la construcción, que dependen en gran medida de la importación de insumos y maquinaria, podrán beneficiarse de un acceso más ágil a divisas para garantizar la continuidad de sus actividades.

La flexibilización de las restricciones también podría mejorar la previsibilidad para los actores internacionales, fortaleciendo la posición de Argentina como socio comercial confiable. Las nuevas reglas no solo permiten mayores opciones para el cumplimiento de pagos, sino que también refuerzan la posibilidad de incorporar tecnología de punta y bienes de capital necesarios para aumentar la competitividad en mercados globales.

Sin embargo, las medidas no eliminan por completo las limitaciones del cepo cambiario. Las empresas deberán cumplir con requisitos específicos para acceder a los beneficios introducidos por la nueva normativa. Pese a ello, este avance representa un alivio significativo para la cadena de suministro, especialmente en sectores críticos que habían experimentado demoras en la recepción de insumos y servicios esenciales.

Perspectivas para el sector empresarial
La ampliación del acceso al mercado de cambios mediante canjes, arbitrajes y financiaciones tiene el potencial de dinamizar el comercio exterior argentino en un contexto de crecientes desafíos internacionales. Estas medidas, al ofrecer mayor flexibilidad en el uso de divisas, promueven un entorno más favorable para la inversión y el desarrollo de proyectos productivos con un impacto positivo en la economía nacional.

Aunque el cepo sigue vigente en su estructura general, los cambios introducidos son un primer paso hacia una mayor apertura en las operaciones de comercio exterior. La capacidad de las empresas para adaptarse a este nuevo marco normativo será clave para maximizar los beneficios y fortalecer su posicionamiento en los mercados globales.