26/12/24 | Noticias
El Impuesto PAIS, implementado en 2019 bajo la Ley 27.541, deja de aplicarse a partir de este lunes 23 de diciembre de 2024, al cumplirse el plazo estipulado para su vigencia a partir de su creaci贸n. Esta medida tambi茅n coincide con el fin del plazo estipulado por el Banco Central de la Rep煤blica Argentina para el acceso al mercado de cambios destinado al pago de importaciones, establecido en 30 d铆as desde el registro aduanero.
En la pr谩ctica, las importaciones no pagan este impuesto desde fin de noviembre, cuando se dej贸 de cobrar el 95% de su al铆cuota a cuenta, una obligaci贸n que impactaba directamente en los costos de operaci贸n de las empresas importadoras. Este cambio se oficializ贸 mediante la Resoluci贸n General 5617/2024, publicada en el Bolet铆n Oficial. Para el sector importador, esta medida representa una reducci贸n significativa en los costos asociados al acceso al mercado de divisas y al valor final de los bienes importados.
Historia del impuesto y su impacto en el comercio
El Impuesto PAIS fue creado en diciembre de 2019 con el objetivo de estabilizar las reservas del Banco Central en un contexto de crisis cambiaria. Inicialmente, el gravamen se aplic贸 al d贸lar ahorro y las compras en el exterior con tarjeta de cr茅dito o d茅bito, con una al铆cuota del 30%. Con el tiempo, el tributo se extendi贸 a otras operaciones, como el pago de servicios digitales, la contrataci贸n de fletes internacionales y, desde 2023, las importaciones en general.
Durante los 煤ltimos a帽os, el impuesto tuvo un impacto profundo en el comercio exterior. En mayo de 2024, por ejemplo, se incorporaron al gravamen el giro de utilidades y dividendos, as铆 como la repatriaci贸n de inversiones, con al铆cuotas que llegaron al 17,5%. Aunque estas tasas fueron reducidas al 7,5% en septiembre del mismo a帽o, el costo de importar bienes y servicios permaneci贸 alto, afectando la competitividad de las empresas.
Proyecciones para las importaciones
Con la eliminaci贸n del Impuesto PAIS, se espera una reducci贸n directa en el precio del llamado d贸lar importador. Hasta el momento, este tipo de cambio incluye un recargo del 7,5% sobre la cotizaci贸n mayorista, lo que encarece las operaciones de compra en el exterior.
El fin del impuesto tambi茅n podr铆a incentivar la dinamizaci贸n del comercio exterior. Seg煤n estimaciones del sector privado, la eliminaci贸n del gravamen permitir谩 a las empresas reducir costos y aumentar la disponibilidad de bienes importados en el mercado local. Esto podr铆a generar un impacto positivo en cadenas productivas que dependen de insumos extranjeros y en la variedad de productos para los consumidores.
Contexto fiscal y expectativas
El Impuesto PAIS, pese a sus cr铆ticas, represent贸 una fuente importante de ingresos fiscales durante su vigencia, posicion谩ndose entre los cinco tributos m谩s recaudatorios del pa铆s. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei apuesta por un modelo econ贸mico que prioriza la eliminaci贸n de impuestos considerados distorsivos, como parte de una estrategia m谩s amplia para estimular el crecimiento econ贸mico.
Aunque la medida ha sido bien recibida por el sector privado, existen incertidumbres sobre su impacto en las cuentas fiscales y en la cotizaci贸n del d贸lar. Si bien se prev茅 una baja en el costo del d贸lar para importaciones, otros factores como las tasas de inter茅s y la estabilidad del tipo de cambio podr铆an moderar los efectos positivos de la medida.
El anuncio del fin del Impuesto PAIS tambi茅n coincide con un contexto de reformas econ贸micas m谩s amplias, que incluyen cambios en la estructura tributaria y una mayor apertura al comercio internacional. En este marco, la eliminaci贸n de este gravamen se alinea con la promesa del gobierno de reducir la carga fiscal y simplificar el acceso al mercado cambiario para operaciones comerciales.
El sector importador espera que estas medidas contribuyan a mejorar la competitividad y reactivar la actividad econ贸mica. Sin embargo, algunos analistas advierten sobre la necesidad de monitorear su implementaci贸n para evitar distorsiones en el mercado cambiario y garantizar que los beneficios se trasladen efectivamente a los precios finales de los bienes y servicios.
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