Para Fernando Vargas, abogado, socio fundador de Adexco Abogados, ex Presidente de la Junta General de Aduanas y ex Director SICEX del Ministerio de Hacienda, “la normativa relativa al Agente de Aduanas goza tanto de aciertos que generan certeza jurídica, como de falencias que traban la ‘sana y libre competencia’ en este mercado”.

En conversación con MundoMarítimo se refirió a la conveniencia de realizar modificaciones legales a dicha normativa como también a la necesidad de mantener ciertas estructuras que la Ordenanza de Aduanas establece en estas materias.

“¿Quién podría negar hoy en día que el desarrollo y fomento del comercio exterior de Chile se debe, en gran medida, a la labor profesional que efectúa el Agente de Aduana?”, sostiene el abogado, quien detalla que “el Libro IV de la Ordenanza de Aduanas establece que el Agente de Aduana es ‘el profesional idóneo’ para gestionar el despacho de mercancías, por cuenta ajena, ante el Servicio Nacional de Aduanas”.

Vargas describe al Agente de Aduana como “un ’técnico experto’ para todos los trámites aduaneros que indica la Ley, transformándose en un eslabón esencial para la correcta aplicación de la normativa aduanera e internacional”.

El escenario actual

Al hacer un repaso de la actividad, Fernando Vargas, señala que Chile actualmente cuenta con 322 Agentes de Aduanas habilitados para el ejercicio de la profesión y describe que, de acuerdo a los datos publicados en el último Anuario Estadístico del año 2015 del Servicio Nacional de Aduanas, en el período 2014-2015 se realizaron 478.767 salidas de mercancías y 1.619.299 ingresos, sumando un total de 2.098.066 operaciones de comercio exterior en Chile.

A esto, explica, se suma la obligatoriedad de contratar los servicios de un Agente cuando el valor de las mercancías objeto de una destinación aduanera sobrepasen los US$1.000.- FOB en las importaciones o los US$2.000.- FOB para el caso de las exportaciones.

Para Vargas, a la luz de su normativa legal, el aporte fundamental del Agente de Aduana “es que otorga seguridad jurídica y certeza técnica a la fe pública del comercio exterior chileno”. Precisa al respecto que “en el mundo globalizado en donde Chile se encuentra inserto, la complejidad para cumplir con todos los requisitos que impone tanto la Ley interna y los tratados internacionales hace imprescindible que quien tramite los despachos aduaneros sea un técnico idóneo, como lo es el Agente de Aduana”.

Propuestas de cambio

Respecto a posibles cambios en la normativa vigente, el abogado se muestra reticente hacia un formato discrecional para el usuario de los servicios de un Agente de Aduana: “Siempre ha existido la intención de ciertos sectores del mercado nacional de liberalizar los despachos aduaneros, en donde el particular tenga la facultad de contratar o no a un Agente de Aduana”.

En su opinión, indica, “dicho cambio se encuentra lejos de concretarse debido a que requeriría de una inyección sin precedentes de recursos para el Servicio Nacional de Aduanas enfocados a ampliar su personal”. Detalla que los Agentes de Aduana “cuentan en sus organizaciones con un equipo multidisciplinario de técnicos expertos en procesos aduaneros para realizar los despachos, lo cual le resultaría demasiado gravoso y dificultoso al Servicio Nacional de Aduanas reemplazar”.

Ahora bien, puntualiza, “lo anterior no significa que la normativa no requiera de ciertos cambios legales”.

¿Qué cambios a la normativa son necesarios según su entender?
“Creo que el cambio más urgente que se debería discutir es la forma de selección u otorgamiento de la licencia para ser Agente de Aduana; otorgar más alternativas de organización, distintas a una sociedad colectiva o una sociedad de responsabilidad limitada que actualmente permite la Ley y determinar objetivamente en qué casos el Agente de Aduanas actúa como funcionario público y en qué otro caso actúa como un mandatario por cuenta ajena para asuntos particulares”.

Sobre este punto indica que “los cambios requeridos son necesarios desde el punto de vista de la igualdad de acceso para obtener dicha licencia”, ya que hoy en día, “la forma de nombrar nuevos agentes de aduanas queda absolutamente al arbitrio de la autoridad”.

Explica que la selección de nuevos Agentes de Aduana se efectúa a través de un proceso que incluye el cumplimiento de requisitos personales; académicos como aprobar estudios relacionados con el comercio exterior cuya duración mínima sea de 5 semestres; requisitos económicos y burocráticos. Además, la Ley indica que el proceso deberá efectuarse al menos cada 2 años y que el número de agentes para nombrar será determinado unilateralmente por el Servicio Nacional de Aduanas.

Vargas crítica que “este proceso exige requisitos que no son requeridos para la mayoría de profesiones universitarias y sobredimensiona el poder al Estado en todo el proceso de nombramiento, lo que produce situaciones al menos dudosas como lo acontecido para el concurso 2014 en donde unilateralmente el Servicio Nacional de Aduanas estimó que no era necesario realizar el proceso de nombramiento de Agentes mediante una simple Resolución del Servicio (Resolución N° 5146 del 10.09.2014), contradiciendo, según mi criterio, a la Ley”.

Propuestas

El abogado sostiene que el proceso para el nombramiento de Agentes de Aduanas “debería establecer un sistema objetivo que incluya la obligatoriedad de profesionalizar el nombramiento mediante la realización y corrección por parte de alguna Universidad de un examen teórico, eliminar la obligatoriedad de efectuar el proceso cada 2 años y reemplazarlo por una periodicidad anual y en especial eliminar la obligatoriedad de que sea una autoridad estatal quien determine la cantidad de cupos para otorgar la licencia de Agente de Aduana”.

En este sentido, señala “es el propio mercado (y no una autoridad en forma unilateral) quien determinará, al igual que con el resto de las profesiones, la cantidad de Agentes de Aduana que el país necesita”. Hecho que, señala, “haría el mercado más competitivo, lo que favorecerá y reducirá los costos asociados a la cadena logística del comercio exterior chileno”.