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28/01/15 | Noticias

En cinco meses se acaba el stock de autos importados

Image Por: Horacio Alonso

Las restricciones a las importaciones y el cepo al dólar provocaron, durante 2014, que las principales marcas redujeran drásticamente la importación de vehículos y decidieran atender la demanda con las unidades ya ingresadas al país. Si bien el fuerte aumento de los precios que tuvo el mercado de alta gama, por la suba de los impuestos internos en enero del año pasado, hizo que las operaciones cayeran alrededor del 80%, el drenaje mensual de unidades -lento, pero constante- está acabando con las reservas.

Entre las tres principales marcas (Audi, Mercedes-Benz y BMW) hay aproximadamente 1.100 autos, con un volumen mensual de ventas en promedio de unas 200 unidades en total. A este número hay que sumarle otras automotrices importadas que representan un pequeño porcentaje del mercado.

"Estamos viviendo un momento delicado porque no hay señales de un cambio de política y no sabemos qué vamos a hacer cuando se acaben los autos en stock. Por las actuales condiciones, no están ingresando vehículos, por lo que en cinco o seis meses no vamos a tener autos para vender", explicó el dueño de una concesionaria premium.

Debido a la falta de dólares, el Gobierno administra los permisos para importar (conocidos como DJAI) según las necesidades. En los últimos meses se otorgaron muy pocos, por lo que la renovación de los stocks está paralizada.

La situación no es muy distinta en las marcas generalistas ya que tampoco reciben las divisas necesarias para importar. El Estado les debe más de u$s 2.000 millones por importaciones ya realizadas que las va saldando de a u$s 100 millones por mes. Esos dólares, más lo que logran por las exportaciones, deben destinarlos principalmente a la importación de autopartes, para que no se paren las líneas de producción, y lo que sobra, a completar la gama con vehículos importados. Hay que tener en cuenta que más del 50% de los 0 km que se venden en el país proviene de otros países. En su mayoría del Brasil y México.

Por ese motivo, las terminales vienen reclamando al Gobierno que se aumente ese cupo, pero desde los despachos oficiales, por el momento, sólo tienen promesas. En las empresas estiman que necesitarían el doble de ese monto mensual para operar con normalidad. Lo paradójico del mercado en la actualidad es que si bien hay una demanda en baja, son muchas las operaciones que no se concretan por falta de autos. El público que quiere comprar un modelo importado del segmento chico o mediano también tiene problemas para conseguirlo. Con este panorama, enero cerrará con un retroceso en las ventas de entre el 35% y el 40%, con unos 70.000 patentamientos. Para todo el año, el mercado se estima en alrededor de 600.000 unidades.

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