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25/11/14 | Noticias

Investigan más de U$S 10 mil millones en operaciones de comercio exterior

Image "Dejen de quejarse de que no tienen importaciones, porque hemos detectado algunas sorpresas". El mensaje a los empresarios salió de la boca de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, hace unos meses. En aquel momento, sonó a tirón de orejas, pero la advertencia fue en realidad el anuncio de un proceso que derivó en la identificación de un problema de no liquidación de divisas provenientes del comercio exterior y vinculado al mercado del dólar negro. Que terminó derivando en la creación de la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones de Comercio Exterior. Esta división que comanda la Jefatura de Gabinete de ministros en línea con el Banco Central, la Unidad de Información Financiera (UIF), Procelac, la Comisión Nacional de Valores (CNV), AFIP y la Secretaría de Comercio empezó a reunirse hace algo más de siete días y volverá a hacerlo esta semana.

Si bien existe un estricto secreto fiscal que ampara datos de empresas que exportan e importan, y también sobre los montos en dinero que no ingresan al país, Tiempo Argentino accedió a detalles del funcionamiento de esta unidad. El dato más relevante es el universo en dólares que el organismo deberá estudiar para saber si allí hay maniobras delictivas y otras cuestiones que traben las liquidaciones de divisas: se trata de un total que supera los U$S10 mil millones. En la última reunión de técnicos de la Unidad, se puso sobre la mesa una cifra cercanaz a los U$S 8000 millones al calibrar el no ingreso de dólares por exportaciones. En el caso de las importaciones, el gobierno adelantó que otros U$S 8000 millones no ingresaron en su totalidad entre los años 2012 y 2014. De todos modos, esta cifra se atenuó en los últimos meses, según datos oficiales, pero vale la pena aclarar que no todo este dinero no ha ingresado por cuestiones derivadas de violaciones a la Ley Penal Cambiaria. Es decir, no todos los dólares sin liquidar son producto de irregularidades.

En una primera mirada de la Unidad a los casos en danza –mientras se ordenan los datos hoy diseminados en cada organismo– hay desde sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones hasta demoras técnicas en las operaciones o negocios que, por otra razón, no se concretaron en su totalidad pero que están en proceso. Por ejemplo, hay casos de exportaciones de máquinas en las cuales se pagó una garantía por una parte del monto total, el equipo no ingresó al país y el dinero total de la operación tampoco. Pero todo sigue en proceso. Otros inconvenientes son exportaciones que llegaron a destino con el cargamento dañado en una parte, y el importador sólo pagó la mercancía en condiciones. Casos como este están hoy siendo diferenciados e identificados para tener un panorama más claro. De todos modos, la AFIP que conduce Ricardo Echegaray tiene apuntadas a más de 1000 empresas que habrían realizado maniobras "fraudulentas", como sobrefacturación de importaciones. Estos negociados también son parte de los más de U$S 10 mil millones. De hecho, está allí incluido el caso resonante de la multinacional estadounidense Procter & Gamble: AFIP le suspendió el CUIT y la inscripción en el registro de comercio exterior luego de haber detectado una supuesta maniobra de sobrefacturación de importaciones por U$S 138 millones.

La operatoria fue un fraude fiscal con importaciones desde Brasil que eran facturadas a través de una filial de Procter radicada en Suiza.

Fuentes oficiales adelantaron a Tiempo que en el pelotón de empresas observadas hay exportadoras de granos, firmas productoras de alimentos y un pelotón de pesqueras que ya fueron citadas por la AFIP por inconsistencias en sus declaraciones ante Aduana.

De acuerdo a datos a los que accedió este diario, la Unidad recientemente creada tiene además la premisa de generar una percepción de riesgo que derive en una reducción voluntaria de la especulación con divisas en el comercio. Es que el organismo estima que si bien hay grandes empresas vinculadas, también hay pequeñas que operan irregularmente.

Con la sobrefacturación de importaciones, una empresa compra un insumo en el exterior de valor real U$S 100, pero registra en el país un pedido de divisas para pagar la operación por U$S 200. Ese excedente se lo queda y es volcado en buena parte al mercado de dólar ilegal. Asimismo, con la subfacturación de exportaciones se evade el pago de impuestos locales y retenciones.

La semana pasada, vía el decreto 2103, el Ejecutivo nacional creó la Unidad de Trazabilidad del Comercio y detalló las razones de la iniciativa. El texto publicado en Boletín Oficial aseguraba que existe "una necesidad de control por el incremento de la magnitud del comercio exterior dado que este ha crecido sistemáticamente en el período 2003-2013, alcanzando en el año 2011 un monto aproximado de U$S 150 mil millones", según números del Indec.

En el mismo texto, se reconoce que "la AFIP ha detectado diferentes casos de sobrefacturación de importaciones, subfacturación de exportaciones y precios de transferencia que disminuyen el monto de impuestos a paga" en el país "promoviendo al mismo tiempo sistemas encubiertos de transferencias de divisas, afectando de este modo la calidad de vida del pueblo argentino mediante maniobras delictivas".

Una fuente que participó de las tres reuniones de la Unidad, explicó detalles del funcionamiento del organismo a Tiempo. En primer término, habrá una unificación de bases de datos que permitirá que todos los organismo del Estado intervinientes tengan acceso a los mismos datos. Con el ingreso del CUIT de una empresa X, se podrá saber si esta tiene deudas, causas judiciales, o ha sido inspeccionada. Lo que permitirá, por caso, que mientras la Secretaría de Comercio negocia con una compañía valores de la canasta básica, sepa en qué condición legal está la misma compañía en otras materias de las que se ocupan AFIP, UIF o el BCRA.

Hoy hay básicamente dos bases de datos, una de AFIP y otra del Central. El miércoles pasado, en la reunión de técnicos de la Unidad, se empezaron a depurar los listados y hasta se planeó la actualización de software que no es compatible con las tareas que vienen en el marco del nuevo esquema de controles.

Toda esta maraña debe ser desentrañada y será complejo, dado que en el esquema actual hay distintas bases porque Comercio otorga las DJAI, AFIP monitorea y valida las operaciones de comercio y el BCRA entrega las divisas.

Cómo se combaten las maniobras
Trazabilidad: el gobierno creó la semana pasada la Unidad de Trazabilidad y Seguimiento de Operaciones de Comercio Exterior, con el objetivo de ordenar un negocio que presenta serias irregularidades.
Capitanich, a cargo: el organismo lo coordina la Jefatura de Gabinete, y es apuntalado técnicamente por AFIP, la CNV, el Banco Central, Procelac y la UIF.
Objetivos: el gobierno se centró en captar maniobras irregulares de comercio exterior, como sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones.
Mercado ilegal: la diferencia de dólares que se genera en el bolsillo de los empresarios por estas irregularidades engorda el mercado del dólar ilegal.
Divisas que no ingresan: se calcula que hay U$S 10 mil millones en divisas no ingresadas al país por distintas razones: una de ellas son las infracciones antes mencionadas, pero también hay demoras y negocios incompletos.
Cómo es hoy: actualmente, la Secretaría de Comercio habilita las DJAI, AFIP habilita la transacción y el BCRA entrega las divisas. Esto hizo que haya múltiples bases de datos. La nueva Unidad trabaja en la unificación de los registros para que todos los organismos accedan en tiempo real y sin diferencias a las cifras.
En la mira: Entre las empresas observadas por la Unidad de Trazabilidad hay agroexportadoras, alimenticias y pesqueras.

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