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25/11/14 | Noticias

Comercio exterior m谩s controlado y politizado

Image N茅stor O. Scibona
Si no fuera porque el gobierno de Cristina Kirchner tiene predilecci贸n por ocuparse de los efectos antes que por las causas de los problemas, o bien porque interpreta a la econom铆a como una permanente lucha entre "buenos" y "malos" (Estado vs. sector privado), la reciente creaci贸n de la "Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones del Comercio Exterior" (Ustoce) no tendr铆a demasiada raz贸n de ser.

El verdadero problema es que las exportaciones argentinas vienen cayendo, tanto en volumen como en valor y en los primeros nueve meses de 2014 acumulan una baja de 10,4% con respecto al mismo per铆odo del a帽o pasado. Las causas son m煤ltiples. Por un lado, han retrocedido los precios de los commodities (petr贸leo, soja, trigo), como reflejo de la apreciaci贸n del d贸lar frente a otras monedas, que tambi茅n afecta a los productos agroindustriales y, en general, a todo el comercio exterior argentino. Por otro, el bajo crecimiento econ贸mico de Brasil y la reciente devaluaci贸n del real (18%), redujeron la demanda brasile帽a de productos argentinos, a tal punto que el comercio bilateral se contrajo 22% hasta octubre, con ca铆das de 16,3% en las ventas hacia el pa铆s vecino y de 27% en las compras, con lo cual se registr贸 un saldo pr谩cticamente equilibrado (negativo en 383 millones de d贸lares) y 85% m谩s bajo que el de los primeros diez meses del 2013.

Tanto o m谩s importante que los factores anteriores es que la mejora cambiaria real producida por el aislado salto devaluatorio de enero (23%, sin ning煤n plan econ贸mico por detr谩s) ya qued贸 totalmente diluida a ra铆z de la mayor inflaci贸n y la consiguiente suba de costos internos. De ah铆 que, a diferencia de lo que indica la experiencia, esa devaluaci贸n no permiti贸 mejorar las exportaciones sino que produjo el resultado opuesto. Entretanto, la brecha entre el d贸lar oficial y sus cotizaciones paralelas, blancas o negras (contado con liquidaci贸n, d贸lar Bolsa y blue) oscila actualmente entre 50 y 60% pese al retroceso de 15/20% que estas 煤ltimas registraron en los 煤ltimos 45 d铆as plagados de inspecciones y operativos policiales.

Es cierto que este contexto, junto con el cepo cambiario que lleva tres a帽os de vigencia, puede estimular maniobras de subfacturaci贸n de exportaciones o sobrefacturaci贸n de importaciones para fugar divisas ilegalmente. Sin embargo, aunque nadie se arriesgue a poner las manos en el fuego para afirmar que eso no ocurre, en el sector hay consenso de que, en todo caso, se trata de operatorias marginales y restringidas, que no alcanzan a explicar el deterioro del super谩vit comercial de este a帽o y que, con suerte, apenas alcanzar铆a los 7000 millones de d贸lares, el valor m谩s bajo de toda la era K. El argumento que esgrimen desde el sector privado para negar la magnitud de aquellas maniobras, es que la Aduana impone valores de referencia a los principales productos de exportaci贸n e importaci贸n y, adem谩s, proliferan controles cruzados por parte de distintas reparticiones oficiales.

Aqu铆 es donde entra en escena la Ustoce, que depender谩 del Jefe de Gabinete, a quien deben reportar la Secretar铆a de Comercio, la AFIP, el Banco Central, la Comisi贸n Nacional de Valores, la Superintendencia de Seguros de la Naci贸n, la Unidad de Informaci贸n Financiera (UIF) y la Procuradur铆a de Criminalidad Econ贸mica y Lavado de Activos (Procelac).

En la pr谩ctica, la creaci贸n de dicha Unidad significa restarle poder al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray (de quien depende la Aduana) para concentrarlo en Jorge Capitanich o en quien vaya a sucederlo en el futuro. En este sentido, no faltan quienes imaginan al propio Axel Kicillof para culminar en 2015 su gesti贸n en ese puesto. No obstante, en el Palacio de Hacienda se limitan a explicar que el prop贸sito es unificar controles y que "a nadie se le pase ninguna operaci贸n sospechosa".

A煤n as铆, esta 煤ltima definici贸n implica convalidar lo que los abogados identifican como inversi贸n de la prueba: todas las empresas exportadoras o importadoras pasar铆an a ser sospechosas hasta que demuestren lo contrario. Ya lo saben de sobra las compa帽铆as que exportan a trav茅s de traders y no directamente a usuarios finales, a las cuales la AFIP incluye en una categor铆a que la habilita a postergar sin plazo el pago de reintegros de IVA.

Con este marco, una inc贸gnita en el sector privado es cu谩nto tardar谩 en aparecer otro caso Procter & Gamble como forma indirecta de intimidar a grandes empresas. Semanas atr谩s la AFIP inform贸 en forma sorpresiva que hab铆a resuelto suspenderle el CUIT a la multinacional de origen estadounidense, acus谩ndola de investigar presuntas maniobras de subfacturaci贸n y triangulaci贸n de importaciones por 138 millones de d贸lares. La dr谩stica decisi贸n motiv贸 el viaje a Buenos Aires de la plana mayor de la compa帽铆a, tras lo cual la AFIP resolvi贸 rehabilitarle el uso del CUIT. Pero hasta ahora nada se supo qu茅 ocurri贸 con acusaci贸n, ni que se hayan remitido las actuaciones a la Justicia. No obstante, el episodio sirvi贸 para que la prensa oficial y paraoficial reivindicara la consigna "Patria o Buitres" para justificar la necesidad de mayores controles en el comercio exterior.

De todos modos y m谩s all谩 de los objetivos del decreto (2103/14), que dio origen a la creaci贸n de la Ustoce, esta nueva instancia de control oficial coloca el carro delante de los caballos. No s贸lo porque sigue la l贸gica de las pol铆ticas intervencionistas (donde cada control debe ser necesariamente la antesala de otros), sino porque no ataca las causas de la p茅rdida de dinamismo exportador de la Argentina.

La fuga de capitales pr谩cticamente no exist铆a en las primeras 茅pocas del modelo econ贸mico K, que se apoyaba en tres pilares: super谩vits gemelos (fiscal y externo) y tipo de cambio real competitivo, que a partir de 2009 pas贸 a ser un recuerdo. Los super谩vits se transformaron en d茅ficits gemelos y la paridad cambiaria se deterior贸 frente a la creciente inflaci贸n, que el Indec pas贸 a camuflar sistem谩ticamente mientras Guillermo Moreno se dedicaba a multar a las consultoras privadas que demostraban lo contrario. El cepo cambiario y los controles que proliferaron desde fines de 2011 fueron una receta equivocada que atac贸 los efectos y no las causas del problema, a las que entonces se sum贸 adem谩s el d茅ficit energ茅tico.

El resultado de estas pol铆ticas puede advertirse en dos recientes informes elaborados por la consultora DNI, que dirige Marcelo Elizondo (ex titular de la Fundaci贸n ExportAR hasta el a帽o 2010). Seg煤n esos estudios, entre 2002 y 2008 el crecimiento de las exportaciones fue de 172%, mientras entre 2009 y 2011 se redujo a 50%. Pero en 2012, 2013 y 2014, no podr谩n equiparar ni superar las de 2011, con lo cual se completar谩n tres a帽os consecutivos sin igualar o superar un r茅cord anterior, en un amesetamiento trienal que no se verificaba desde 1987. No s贸lo eso. Entre el 2010 y 2014 la participaci贸n de las exportaciones argentinas en el total de exportaciones mundiales se redujo del 0,46 al 0,37%. Un retroceso que no se corrige con mayores controles.

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