Por Paula Boente
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Unas 178 empresas de biotecnología instaladas en el país -el 90% de ellas de capitales nacionales- ubican a Argentina en un lugar de privilegio entre en el negocio a nivel mundial.

Producción de semillas, medicamentos de uso humano, fertilización humana asistida y reproducción animal son algunas de las actividades que llevan adelante las compañías con esfuerzo e innovación.

Estas firmas generan exportaciones por 320 millones de dólares a diferentes países europeos, Estados Unidos y China, invierten alrededor de 369 millones de pesos anuales y emplean a más de 1.500 personas en investigación y desarrollo, según datos elaborados a partir de información aportada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Encuesta Nacional de Biotecnología. “Argentina tiene una tradición enorme en el tema, es líder en la región. Por un lado, porque tiene recursos humanos muy calificados, no por nada es un país que generó tres premios nobel en esas áreas. Por otro lado, porque cuenta con la capacidad industrial necesaria, hay infraestructura de producción que cumple con las normas industriales necesarias”, señala Graciela Ciccia, la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), que organiza Bioargentina 2014, uno de los eventos más importantes en biotecnología que busca vincular a científicos con empresas y tendrá lugar mañana en La Rural.

Antecedentes

La biotecnología existe desde hace mucho tiempo, desde que el hombre comenzó a utilizar la fermentación para preparar pan, queso y bebidas alcohólicas, así como para la mejora de cultivos y explotaciones ganaderas.

Pero la biotecnología moderna se refiere más específicamente a la comprensión y aplicación de la información genética de especies animales y vegetales. Desde la cámara mencionan algunos ejemplos: una investigación médico científica puede ser la punta de lanza para la elaboración de un nuevo alimento, o un desarrollo de la industria agropecuaria puede significar un nuevo descubrimiento médico.

Buscan alternativas de fi nanciamiento

Las necesidades de capitales frescos para nuevos proyectos y el fortalecimiento del vínculo de intercambio entre los grupos del sector público y los privados son algunos de los desafíos que se debatirán en las jornadas.

Los biocombustibles son uno de los fuertes del país. Argentina alcanzó un lugar destacable en este tipo de exportación de biocombustibles a nivel mundial y marca un rumbo en la producción sustentable de nuevas energías.

“Las inversiones son difíciles porque muchos proyectos requieren sumas importantes. En biotecnología, por ejemplo, los tiempos son largos y se requiere no un simple inversor que busque rendimiento sino hay que impulsarlo de manera estratégica”, agregó Ciccia y explicó que desde la
Cámara se está trabajando en la creación de un fondo de inversión para contribuir a las necesidades de financiamiento del sector. Según destacó
faltan fondos para capital semilla.

“Es necesario romper el paradigma que separa lo público y lo privado. Es necesario que las empresas y los grupos de investigación se acerquen. Creemos que las compañías tienen la capacidad para que esas investigaciones deriven en productos”, sostuvo la especialista.