30/10/14 | Noticias
os números mandan. Más allá del anecdótico aniversario, los tres años de cepo cambiario parecen arrojar un saldo netamente negativo que puede condensarse en el gran costo de oportunidad que implicó la medida. Un cálculo de la consultora EconomÃa & Regiones (E&R) sostiene que, si el Gobierno hubiera tomado la decisión de realizar la "sintonÃa fina" prometida por la presidenta en su campaña electoral en lugar de imponer las restricciones cambiarias, hoy el Producto bruto Interno per cápita serÃa de u$s 23.259, es decir, un 75,8% superior a los u$s 13.224 que rigen en la actualidad.
"Los costos en términos de PBI per cápita fueron altÃsimos, hoy el paÃs serÃa más rico y los ingresos de sus habitantes también si el Gobierno no hubiera decidido aplicar las restricciones", señaló Diego Giacomini, economista Jefe de E&R.
El dato se completa aplicando lo que ha sido el promedio de crecimiento en la región al PBI argentino. Según el informe, si Argentina hubiera aplicado las polÃticas de Chile, Perú, Colombia, actualmente el PBI per cápita serÃa u$s 30.884, un 133% superior al actual. Conviene, entonces, retrotraerse a 2011, cuando la formación de activos externos del sector privado fuga de capitales habÃa llegado a u$s 21.500 millones y el Banco Central habÃa perdido u$s 5.800 millones. En paralelo, el tipo de cambio nominal se habÃa devaluado sólo un 5,6% aproximadamente con una expansión monetaria de $ 62.500 millones (casi el 40%) de los cuales más de la mitad habÃan sido emitidos para financiar al Tesoro ($ 32.500 millones).
"El combo resultó explosivo. La búsqueda de dólares obedecÃa a la inconsistencia entre la polÃtica fiscal y monetaria (expansiva) y la polÃtica cambiaria de tipo de cambio cuasi fijo", sostuvo Giacomini. "Esto le ponÃa un precio más alto a la devaluación, lo que alentó la fuga hacia el dólar", agregó.
Se sucedieron infinidad de medidas complementarias. Restricciones de dÃas, horarios, montos, declaraciones juradas, sistemas de compensaciones ligados al comercio exterior, topes al turismo, lÃmites geográficos, controles aduaneros, declaraciones y más declaraciones anticipadas. Desde ese momento, la caÃda de las reservas no sólo deparó u$s 20.000 millones menos en las arcas del Central; también alimentó la incertidumbre y generó la tela de especulación que hoy envuelve todo lo que acontece en el mercado financiero.
El dólar medido en pesos duplicó su valor a $ 8,50, la inversión cayó, el blue creció exponencialmente, el déficit se hizo más fuerte y la inflación no sólo no se frenó sino que apunta cada dÃa un poco más alto.
Según el reporte de E&R, el primer "costo" que decretó el cepo se refiere al menor nivel de actividad económica y la menor producción de bienes y servicios, que arrojarÃan una pérdida de unos $ 107.900 millones de producto bruto (a pesos del 2004) entre 2012 y 2014. A eso hay que agregarle la mayor apertura comercial que se tendrÃa de no haber aplicado esta medida y la ausencia de trabas a las importaciones; por lo que las proyecciones arrojarÃan importaciones por u$s 88.600 en 2014, es decir un 29% más que en la actualidad mientras que las ventas al exterior podrÃan haber alcanzado u$s 100.600 millones (+35% que en la actualidad) bajo el supuesto de que mayor predictibilidad incentivarÃa a los sojeros a liquidar su cosecha con precio máximo de u$s 540. Para E&R, sin cepo se tendrÃa más superávit comercial en torno a los u$s 12.000 millones para 2014, un 110% mayor al observado en la actualidad.
Sin embargo, en los tres años se acumularÃa un stock de divisas de u$s 7.900 millones adicionales a las reservas que lógicamente le darÃan algo de alivio al BCRA. En este sentido, la dinámica harÃa que se vaya reduciendo paulatinamente el déficit fiscal desde una caÃda de 1,8% del PBI en 2011 hasta un superávit de 0.3% del PBI en 2014.
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