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25/10/14 | Noticias

El default privado: la otra cara de la falta de d贸lares

Image por MANUEL TORINO

Nosotros queremos pagarle a los proveedores, pero como el Gobierno no tiene d贸lares, no nos deja hacerlo", se lamentaba por estos d铆as el due帽o de una empresa de productos electr贸nicos radicada en Tierra del Fuego, que mantiene una deuda millonaria con sus abastedecedores chinos. Y remataba con sorna, parafraseando a la presidenta, Cristina Fern谩ndez de Kirchner: "Pero impedir que alguien pague no es default".

Entre risas que dejan entrever preocupaci贸n, la idea de un default entre privados ya comienza a cobrar fuerza entre los empresarios locales. Es que el Estado nacional no es el 煤nico que enfrenta una cesaci贸n de pagos desde que, en julio pasado, el juez neoyorquino Thomas Griesa fallara a favor de los fondos buitre.

Ante la acuciante escasez de divisas estadounidenses en la econom铆a dom茅stica, cada vez son m谩s las compa帽铆as que se ven imposibilitadas de pagar sus deudas en d贸lares en el exterior debido a las restricci贸nes cambiarias que impone el Banco Central de la Rep煤blica Argentina (BCRA).

Lo cierto es que, tanto en la disputa del Gobierno con los holdouts, como en los compromisos de los empresarios con sus proveedores extranjeros, aparece un tercero que interfiere en la capacidad de pago de los deudores. "Parad贸jicamente, el panorama para los empresarios es bastante parecido al escenario del cual se queja el oficialismo en relaci贸n con los fondos buitres", sostiene Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI y ex titular de la Fundaci贸n ExportAr. Y agrega: "El Gobierno dice que quiere pagar y Griesa no lo deja y ac谩 es similar: los importadores dicen que quieren pagar y el Gobierno no los deja".

En la Argentina el comercio exterior implica necesariamente operaciones cambiarias, ya que las regulaciones vigentes establecen que las empresas no pueden girar d贸lares al exterior sin pasar por el filtro del Central. Es decir que el pago de un insumo extranjero se hace con pesos del importador.

Con este marco, y ante un escenario de reservas menguantes y falta de acceso al financiamiento internacional como el que enfrenta el Gobierno, la entidad que hoy preside Alejandro Vanoli decidi贸 estrechar el torniquete para acceder al d贸lar. Y los principales perjudicados parecen ser los importadores, coinciden los expertos consultados por El Cronista 3D铆as.

Por estos d铆as, distintas estimaciones privadas en base a cifras de las c谩maras importadoras reflejaron que la deuda del Gobierno con los importadores ronda los u$s 5.000 millones. Sin embargo, no son pocos los operadores del mercado que aseguran que la cifra es a煤n mayor, pero que algunos empresarios no lo hacen p煤blico para evitarse posibles represalias.

Al respecto, desde la C谩mara de Importadores de la Rep煤blica Argentina (CIRA), argumentan que las consecuencias de la multimillonaria deuda ya se reflejan en las g贸ndolas, donde son cada vez m谩s frecuentes los faltantes debido a la imposibilidad de importar insumos para elaborar los productos.

"De 100 modelos de celulares, hoy se consiguen s贸lo 60. De 18 modelos de computadoras, hoy se venden s贸lo 12. Y asi sucesivamente con otros productos electr贸nicos", ejemplifica Miguel Ponce, gerente general de la c谩mara que nuclea a los empresarios importadores. Y agrega: "Hay una contradicci贸n enorme en el relato: por un lado, el Gobierno lanza planes de cuotas y pide que la gente compre motos, bicicletas y productos de l铆nea blanca, pero, por otro lado, demora la importaci贸n de los insumos para la fabricaci贸n de esos mismos productos".

El rango de empresas con problemas para importar abarca pr谩cticamente todo el sector industrial, aunque las automotrices y los fabricantes de electrodom茅sticos son los m谩s perjudicados por el nuevo cepo, se帽ala Fausto Spotorno, director de Research en Orlando Ferreres y Asociados.

"La mitad de la deuda del Gobierno con los importadores corresponde a la industria automotriz, un 25% a las armadur铆as de productos electr贸nicos en Tierra del Fuego y el resto est谩 diluido en distintos rubros", precisa Ponce. Y agrega: "Arriba del 90% de lo que entra en importaciones va a parar a la industria. La falta de insumos est谩 castigando a la producci贸n, el nivel de actividad y al empleo. Lo que est谩 ocurriendo ya es muy delicado en t茅rminos de mano de obra, en especial para las Pymes".

Al respecto, esta semana el titular de la Confederaci贸n Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, mantuvo una reuni贸n con Vanoli y entre los reclamos de la c谩mara, resalt贸 la necesidad de "establecer prioridad central para autorizar el acceso a divisas para importaciones a las Pymes que tengan bajos niveles de importaciones en su proceso productivo".

No tan distintos
En los tiempos de Guillermo Moreno al frente de la Secretar铆a de Comercio, las empresas ten铆an que pedirle permiso al Gobierno para importar por medio de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaci贸n, las c茅lebres DJAI, que el actual agregado econ贸mico de la Embajada argentina en Italia sol铆a manejar a piacere.
Seg煤n se lamentan los empresarios, justo ahora que el kafkiano tr谩mite de la Secretar铆a de Comercio se estaba comenzando a completar con relativa fluidez, nuevos obst谩culos surgen desde el despacho del flamante presidente del Banco Central.

As铆 las cosas, el poder que antes ostentaba Moreno hoy recae en manos de Vanoli. Los importadores denuncian que, desde hace algo m谩s de un mes -incluso durante la gesti贸n de F谩vrega-, se rompi贸 lo que parec铆a ser un acuerdo y el BCRA empez贸 a jugar un rol protag贸nico en el comercio exterior. "Ahora el Gobierno act煤a con un criterio de caja. Si por alguna raz贸n no alcanzan los d贸lares ese d铆a, no liberan divisas para importar", critican desde el sector automotriz.

Para el ex titular de la Fundaci贸n ExportAr, en la recta final de su Gobierno, el kirchnerismo tiene un problema de stock y un problema de flujo. As铆 lo explica: "Por un lado, el nivel de reservas es muy bajo, ya que en t茅rminos pr谩cticos son mucho menos que u$s 27.000 millones. Y por otro, es una realidad que casi no est谩n entrando d贸lares: las exportaciones est谩n cayendo un 10% con respecto al a帽o pasado, no hay inversi贸n extranjera y no hay acceso al financiamiento externo".

Ante este panorama, conciden los especialistas, el Gobierno se enfrenta a dos alternativas: conceder los d贸lares a los importadores para no afectar el nivel de actividad pero poner en peligro el delicado equilibrio cambiario. O bien, sentarse sobre las arcas del BCRA, calmar el nerviosismo por el d贸lar y profundizar la ca铆a de los indicadores industriales.

La elecci贸n del Gobierno es evidente: pese a las recientes declaraciones de Vanoli -"las reservas est谩n para usarse", dijo en una entrevista a P谩gina 12-, lo cierto es que, pr谩cticamente agotadas las fuentes de ingresos genuinos de divisas, la orden de la Casa Rosada es mantener el nivel de reservas al menos hasta principios del a帽o pr贸ximo, cuando se espera que se retomen las negociaciones con los fondos buitres.

Contrarreloj
La renovada restricci贸n cambiaria no es el 煤nico obst谩culo que deben superar los ejecutivos para evitar caer en un default entre privados. La semana pasada, el Central emiti贸 una resoluci贸n que limita a煤n m谩s la salida de divisas a trav茅s del mercado formal. En l铆nea con el perfil regulatorio de Vanoli, se redujo de 365 a 120 d铆as el plazo para acreditar el ingreso aduanero de una importaci贸n, luego de haber adelantado su pago.

"Con esto, la situaci贸n se degrad贸 a煤n m谩s. Ahora se obliga a los importadores a ingresar el producto por el cual ya pagaron en un plazo menor", opina el director de la consultora DNI. Y refuerza: "Pero como la Argentina es un pa铆s en default, las empresas tienen dificultades para financiar operaciones en comercio exterior y en su gran mayor铆a se ven obligadas a pagar por adelantado. Con estos plazos, es imposible operar".

Al respecto, hay una sospecha por parte del Gobierno: sostienen que los importadores "dibujaron" sus importaciones para hacerse de m谩s d贸lares este a帽o. Desde la 贸ptica de Spotorno, "la l贸gica de las empresas pasa por adelantar las compras, por la incertidumbre econ贸mica y para no tener que frenar su l铆nea de producci贸n, lo cual es su principal temor".

Constulado por este diario, un ejecutivo de una compa帽铆a de agroqu铆micos, reconoce: "Cuanto m谩s pagos pueda hacer ahora, mejor. Porque hoy compro d贸lares a $ 8,50 y lo m谩s probable es que, con este tipo de cambio atrasado, dentro de un a帽o el d贸lar valga m谩s".

Mientras tanto, hay grandes importadores con dificultades para afrontar sus compromisos en el exterior. Fuera de micr贸fono, se muestran desconcertados ante las distintas respuestas que reciben de los funcionarios nacionales para conseguir los d贸lares. Acudir al contado con liquidaci贸n, conseguir los d贸lares desde el exterior a trav茅s de los proveedores, dividir sus pedidos de importaci贸n en peque帽os montos, o volver a la vieja operatoria de buscar exportadores que liquiden d贸lares en su nombre, son algunas de las opciones que les presentaron desde el Gobierno.

Sin embargo, otros empresas, en especial las Pymes, no pueden siquiera darse ese lujo: para evitar una suspensi贸n de pagos con sus proveedores, acuden en silencio al d贸lar blue.

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