Por Francisco Martirena Auber

Fuentes empresariales indicaron a BAE Negocios que a horas de que la alemana Hamburg Sud y la danesa Maersk comiencen a exigir la cancelación de los pagos en dólares en cuentas en el exterior, el BCRA intervino ante el reclamo de importadores, exportadores y sindicatos.

“Sólo se autorizará el uso de dólares cuando el Central determine una cuota”, dijeron a este diario. En mails que enviaron a sus clientes en las últimas semanas, Hamburg Sud y Maersk Line informaron el nuevo requisito: que el abono de los embarques, y de otros gastos asociados (los que no están gravados por el Gobierno) deberían realizarse en moneda extranjera en una cuenta del exterior.

La obligación incluía, además del flete, a importes adicionales que hoy no están gravados por el Gobierno argentino: el ISPS, un cargo de seguridad portuaria; el THC, un gasto que se cobra por la descarga del contenedor al muelle; y el River Plate Toll, una tarifa de peaje que se percibe en el Río de la Plata.

Estas dos compañías, que hoy se ubican entre las cinco marítimas extranjeras más grandes del comercio exterior local y que reciben sus pagos en la Argentina en pesos y a un tipo de cambio cercano al oficial, querían replicar el modelo impuesto a Venezuela.

Desde el sector importador, Miguel Ponce, Gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), había expresado “su preocupación al respecto”, en tanto, el presidente del Astillero Río Santiago, Héctor Scabuzzo, indicó que “hay que promover el desarrollo de la marina mercante argentina, con un plan de internacionalización de los astilleros”.

Las fuentes consultadas indicaron que la modalidad de cobro iba a ser que el proveedor venda “CyF” (costo y flete) y que, al girar la divisa, se agregue el costo del flete que pagaría el exportador. Por lo tanto, el mayor costo en dólares lo iba a cancelar el agente exportador.

Mientras que los gastos locales, que corresponden a unatercera parte del importe del flete, aproximadamente, se cobrarían en el país.

La actuación de la máxima autoridad monetaria evitó un escenario que hubiera provocado serios trastornos en el comercio exterior, en un contexto que es el peor para sumar más complicaciones.