17/04/14 | Internacional
La supuesta debilidad económica que ha mostrado el gigante asiático en las últimas semanas no se ha trasladado a los datos de su PBI del primer trimestre, que arrojan un crecimiento del 7,4% con respecto al inicio de 2013. Este balance, aunque es un frenazo frente al 7,7% del trimestre anterior y supone el ritmo más bajo en año y medio, ha superado las expectativas, ya que analistas y expertos se temÃan que bajase hasta el 7,3%. El dato, por tanto, ha animado las compras en las bolsas internacionales.
Las ventas minoristas, por su parte, aumentaron un 12,2%, mientras la inversión en activos de renta fija subió un 17,6% entre enero y marzo respecto al mismo perÃodo del año previo. En este caso, las previsiones apuntaban a un alza del 18,1%. El Gobierno chino, que mantiene el objetivo de un trasvase paulatino a un sistema más próximo al capitalismo y menos inestable, ha avanzado que su objetivo es mantener el crecimiento en torno al 7,5%.
El desempeño económico del trimestre permite a PekÃn mantener su plan de incentivar la expansión ferroviaria para activar la demanda interna y su programa para suavizar las exigencias a la banca, lo que tendrÃa que ayudar a mover el dinero. Con ello, el Ejecutivo espera superar el que es uno de los mayores riesgos que afronta el paÃs: el estancamiento del crédito.
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