El Gobierno nacional destrabó el conflicto gremial que impedía operar a las terminales portuarias de San Lorenzo y Gran Rosario y frenaba la llegada de divisas al país por la exportación de productos agrícolas.
Este miércoles el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sentó a una mesa de negociación a los funcionarios del Ministerio de Trabajo y a representantes del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y el Sindicato Unido Portuarios Argentinos (SUPA) y se logró suscribir un acuerdo de "paz social" por 120 días. Durante ese lapso, se acordó realizar reuniones periódicas entre las partes para resolver junto al Gobierno la problemática del sector.
Es que un conflicto entre sindicatos portuarios generó demoras en los puertos rosarinos en plena cosecha de soja, lo que causa fuertes problemas logísticos y pone en riesgo la liquidación de divisas.
Del encuentro participaron la secretaria de Trabajo, Noemí Rial, el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tetamantti, el secretario general de SUPA, Herme Juárez, y el secretario General de SOMU, Omar "Caballo" Suárez.
"Hoy en la hidrovía del Paraná-Paraguay se transportan 100 millones de toneladas y eso equivale a decir que es muy importante tener un acuerdo de paz social", sostuvo Capitanich en el encuentro. Es que un conflicto entre sindicatos portuarios generó demoras en los puertos rosarinos en plena cosecha de soja, lo que causa fuertes problemas logísticos y pone en riesgo la liquidación de divisas. Además se genera sobrecostos diarios por que los barcos no zarpan de los muellos y más de 8.000 camiones permanecen varados en las rutas de accesos a los puertos y ciudades. De fondo, se esconde una interna sindical entre facciones de los gremios por el manejo de la actividad portuaria en la terminal de San Lorenzo, según consignó Télam.
En ese marco, el funcionario destacó el trabajo realizado "con todos los actores sindicales para evitar conflictos, de manera que los barcos puedan cargar y descargar para que liquiden las divisas en un flujo continuo".
El viernes pasado la delegación Rosario de la cartera laboral ordenó la conciliación obligatoria por 15 días para los sindicalistas del SOMU y el SUPA, que ese mismo día habían realizado medidas de fuerza en las terminales de San Lorenzo y Gran Rosario.
Esa resolución citaba a los gremios a una reunión el martes siguiente en la sede del Ministerio de la ciudad de Buenos Aires. También convocó a funcionarios de la Agencia Marítima Nabsa y representantes del puerto de Nidera, donde se originó el conflicto gremial. Pero los sindicalistas no se presentaron y Capitanich intercedió por orden la presidente Cristina de Kirhcner. La principal preocupación del Gobierno era levantar cuanto antes la paralización de la actividad en el mayor complejo agroexportador de la Argentina.