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13/03/24 | Noticias

El Gobierno activa un plan comercial con China y la "otra Europa" para presionar a la UE

Image Mariano Beldyk
Editor de Pol铆tica

La fase 1 de la estrategia: avanzar con la "otra Europa"
La fase 2 y 3 de la estrategia: Emiratos 脕rabes y la opci贸n china
Tras empantanarse el acuerdo con la Uni贸n Europea, Argentina activa su Plan B mirando a China -para sorpresa de muchos- y otros bloques y socios comerciales con los que se puede avanzar a una velocidad mayor. De esta manera, el reseteo del Gobierno de Javier Milei en esta nueva etapa post 1 de marzo no es solo en materia legislativa sino tambi茅n en lo que refiere a su estrategia comercial con el Mercosur como base.

El inicio de marzo puso en marcha esta nueva estrategia que se extender谩 en los meses por venir, con un horizonte dibujado que alcanza, de movida, hasta mitad del a帽o. El nuevo pantano en el que parece haber quedado entrampado el acuerdo con la Uni贸n Europea -al que la gesti贸n libertaria ya entiende como ca铆do, otra vez, al menos en el corto y mediano plazo-, puso sobre la mesa dos socios alternativos que ya hab铆an expresado su inter茅s con la regi贸n.

La tercera etapa en esta hoja de ruta con la que se busca presionar a la Uni贸n Europea para que vuelva a la mesa de negociaci贸n con definiciones y ganas de firmar, puede evaluarse como la m谩s osada si la Casa Rosada decide ejecutarla: una liberalizaci贸n parcial del comercio con China.

La jugada no es sencilla y hasta puede sorprender si se considera todo lo dicho sobre China durante la campa帽a por el propio Presidente Milei. Pero como sucedi贸 con Jair Bolsonaro en Brasil, el pragmatismo de la diplomacia en busca de los mejores intereses para el pa铆s puede empujar las posturas ideol贸gicas m谩s radicales. De hecho, la canciller Diana Mondino se avoc贸 en el 煤ltimo tiempo a acercar posturas con China en temas delicados para Beijing como el reconocimiento de su unidad territorial, pese a algunos coqueteos libertarios con Taiw谩n.

Tambi茅n en Brasil se impuso cierto pragmatismo con China en la Era Bolsonaro y no hubo un veto total como el que se planteaba en sus inicios. El exmandatario vecino hasta lleg贸 a visitar la naci贸n asi谩tica con la mediaci贸n de su vice, Hamilton Mourao.

De este lado de la frontera, la movida nace de la necesidad del gobierno de La Libertad Avanza de buscar rutas alternativas para su relacionamiento con el exterior desde el Mercosur. Para la presidencia de Javier Milei nunca hubo dudas que cerrar y firmar el cap铆tulo comercial con la Uni贸n Europa era la prioridad en este campo y, de hecho, todos los esfuerzos y gestiones diplom谩ticas se canalizaron con esa meta durante los dos primeros meses de gobierno. Lo ve铆an como un ordenador pol铆tico desde lo alto para el resto de la econom铆a dom茅stica.

Sin embargo, la traba impuesta por parte de algunos pa铆ses de Europa a la firma del acuerdo termin贸 por inclinar a la Canciller铆a argentina, a cargo de empujar el acercamiento con el viejo continente, a desempolvar el Plan B que bosquejaban en paralelo. Esa ruta alternativa, donde Buenos Aires tiene posibilidades de presionar con m谩s fuerza, se activ贸 semana pasada.

En el ministerio que comanda las relaciones exteriores, las negociaciones comerciales descansan en la Secretar铆a de Relaciones Econ贸micas Internacionales. Tal como sucedi贸 con otras dependencias clave bajo su 贸rbita, Mondino escogi贸 a un diplom谩tico de carrera para hacerse cargo de las tareas: Marcelo Cima.


La fase 1 de la estrategia: avanzar con la "otra Europa"
El plan alternativo de la Argentina tiene varias aristas que se ponen en juego de manera escalonada, como un esquema de llaves de presi贸n, conforme avancen los pr贸ximos meses. Marzo marcaba el puntapi茅 para la primera parte de esta hoja de ruta, con el objetivo de dar nuevo impulso a una negociaci贸n en carpeta del Mercosur y frente a la cual la Argentina juega un rol trascendental como negociador designado.

Se trata de la negociaci贸n de un acuerdo con la Asociaci贸n Europea de Libre Comercio (EFTA, por su sigla en ingl茅s). Como zona de libre comercio, integrada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, la negociaci贸n es mucho menos ambiciosa que con la UE donde se persigue un acuerdo de asociaci贸n estrat茅gica, con abordajes comerciales, pol铆ticos y de cooperaci贸n.

Precisamente all铆 radica que las posibilidades de granjearse una primera victoria comercial estrat茅gica para el gobierno de Milei crecen frente a las complejidades que representa la Uni贸n Europea. Tambi茅n se reducen significativamente los obst谩culos, tanto en la cantidad de negociadores involucrados como en el mecanismo de aprobaci贸n y los temas a abordar, si bien ya aparecieron las fricciones iniciales con la primera ronda t茅cnica de conversaciones.

Pol铆ticamente, a la Argentina le sirve cerrar "un primer acuerdo con Europa", aunque no sea la parte de Europa que hubieran preferido. Noruega y Suiza no dejan de ser pa铆ses con presencia en el imaginario colectivo local. Y al fin de cuentas, el c谩lculo es que eventualmente servir谩 como una primera llave para empujar al resto del continente a cerrar el demorado acuerdo con el Mercosur.

Nada augura, sin embargo, una negociaci贸n libre de rispideces. De hecho, en las primeras conversaciones t茅cnicas, a inicios de la semana pasada, la contraparte n贸rdica ya puso sobre la mesa tres puntos que la Argentina conf铆an poder abordar en los intercambios pol铆ticos sucesivos, para arrimar posturas: sostenibilidad, la regla de origen extendida y el certificado para exportaciones de carne (high quality certificat for beef).

En lo que respecta a la sustentabilidad, los negociadores del EFTA ya anticiparon que buscar谩n replicar los est谩ndares de la Uni贸n Europea. Se trata de uno de los ejes que demor贸 la definici贸n del acuerdo de asociaci贸n estrat茅gica con el Mercosur, a partir de la elaboraci贸n de la llamada Side Letter, un documento de corte ambiental que torn贸 en obligatorios una serie de items que figuraban como voluntarios en el entendimiento original.

El segundo punto donde el EFTA puso sus reparos es la denominada regla de origen extendida, que determina c贸mo debe considerarse un producto acorde a d贸nde fue producido. Lo que pretenden los cuatros pa铆ses del bloque europeo es que aquellos productos que tienen alguna terminaci贸n dentro de sus fronteras -aunque mayormente se elaboren en la UE- sean tomados como propios a la hora del intercambio con el Mercosur.

Por 煤ltimo, el punto sobre el certificado de carne es el m谩s difuso de todos. Noruega anticip贸 que reclamar铆an este control pero no ahondaron en detalles. Desde Buenos Aires, esperan que en abril, cuando desembarcar谩 una misi贸n de aquel pa铆s para avanzar con el acercamiento pol铆tico en su calidad de negociadores designados, traigan mayores detalles.

Por lo pronto, durante el paso del Presidente Javier Milei por Davos, en enero pasado, se aprovech贸 para avanzar en conversaciones informales con algunos de los gobiernos del bloque y arrancar un primer compromiso para el vino. No ser铆an los 100 mil hectolitros que buscaba la Argentina pero s铆 un poco m谩s de los 50 mil que pretend铆an en EFTA: el acuerdo se cerrar铆a en 75 mil hectolitros para exportar. Esto deber谩 ponerse luego en un documento.


La fase 2 y 3 de la estrategia: Emiratos 脕rabes y la opci贸n china
En paralelo, Argentina y el resto de los miembros del Mercosur acordaron fijar el marco de negociaci贸n con otro interesado en avanzar en el libre comercio con el bloque del sur: los Emiratos 脕rabes.

A diferencia del EFTA. este acuerdo se encuentra en una fase mucho m谩s primaria, en la que el interlocutor debe presentar a煤n su carta de intenci贸n. Del lado del Mercosur hay un com煤n entendimiento entre Argentina y Brasil, como socios mayoritarios del bloque, por avanzar en esta direcci贸n y conf铆an en traccionar al resto de los miembros -Paraguay y Uruguay-, como en el caso del EFTA.

La 煤ltima llave de presi贸n, no obstante, es la m谩s arriesgada de todas por el peso geopol铆tico que conlleva m谩s all谩 de la asimetr铆a de tama帽os. Un acuerdo con China ser铆a una 煤ltima fase en el esquema de presi贸n para que las potencias de Europa se alineen con Bruselas y se sienten a negociar.

Hasta ahora, el grueso del avance se logr贸 a trav茅s del intercambio con la Comisi贸n Europea. Los tractorazos en diversos puntos del mapa del Viejo Continente, durante el invierno del hemisferio norte, bloquearon cualquier impulso en los gobiernos de la UE de alcanzar un acuerdo. Del lado argentino ya hab铆an pisado el acelerador el 11 de diciembre pasado.

Las resistencias internas en la UE no son un punto menor: el cap铆tulo comercial requiere de la aprobaci贸n de una mayor铆a calificada de los miembros de la UE y la ratificaci贸n posterior del Consejo de la UE y el Parlamento comunitario. En cambio, los cap铆tulos Pol铆tico y de Cooperaci贸n necesitan de unanimidad y la ratificaci贸n de los Parlamentos nacionales, adem谩s de los cuerpos supranacionales.

Ning煤n gobierno, donde el agro es un sector fuerte de sus econom铆as, parece dispuesto a desafiar sus chances internas de gobernabilidad y competitividad electoral. No importa que no todos los tractores movilizados en enero reclamaran la suspensi贸n del acuerdo de la UE, hasta que lo hicieron los franceses.

La estrategia de la Argentina con China apuntar铆a a hacer uso de la regla habilitante de la OMC que permite negociar rubros, en lugar de acuerdos integrales de tratados de libre comercio, cuando se negocia con econom铆as en v铆as de desarrollo. As铆 se cataloga al gigante asi谩tico en la organizaci贸n multilateral.

Para explorar esta alternativa, primero deber铆a terminar de convencer a los brasile帽os que se muestran mucho m谩s reticentes a avanzar por este camino. Y en el 煤ltimo de los casos, este acercamiento comercial con Beijing no pasar铆a desapercibido tampoco para Estados Unidos, a quien el gobierno de Javier Milei escogi贸 alinearse pol铆ticamente.

La carta negociadora ser铆a una de 铆ndole bilateral: ubicar a la Argentina dentro de la plataforma de integraci贸n que promueve la Casa Blanca denominada American Partnership for Prosperity. No obstante, este movimiento se concretar铆a antes de explorar la v铆a del acuerdo comercial con China, m谩s cerca de junio, y a la espera que la UE reaccione antes de esa fecha.

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