En lo que va del año, la Argentina importó 95,8 millones de dólares de carne de cerdo. Comparado con el mismo período del año pasado, se trata de un incremento del 58%.

Entre enero y octubre de 2016, las compras de carne de cerdo desde el exterior habían sido de 60,5 millones de dólares y este año en el mismo período el gastó aumentó unos 35 millones más. En volumen, esto significa una ampliación de 29 mil toneladas en las compras. Los primeros diez meses de 2017 ya superaron el total del año pasado, que fue de 84 millones y sólo en octubre de 2017, las adquisiciones ascendieron a 11 millones.
Por otra parte, las exportaciones también aumentaron en porcentaje similar, pero partiendo de una base muchísimo menor. Hasta octubre de 2016 se habían vendido 6,6 millones de dólares en carnes de cerdo, mientras que en 2017 se vendieron 10,6 millones. Si bien la variación es de un 60% a favor de nuestro país, significa menos de 4 millones de dólares de diferencia, es decir, el 10% de la diferencia en las importaciones. En total, el déficit comercial en el sector porcino hasta ahora en 2017 es de 85 millones de dólares.

Según países proveedores y compradores
Brasil fue el principal vendedor de carne porcina a nuestro país durante 2017, con un total de ventas de 82 millones de dólares, que representan el 86 por ciento del total, mientras que todos los países de Europa sumados adquirieron 13,7 millones de dólares de carne de cerdo argentina, es decir, el 14 por ciento del total de casi 96 millones.
Los productos de este tipo que se compran al continente europeo incluyen carne, pero también jamón y tripas. A la vez, la exportación de esos productos al mismo conjunto de países no llega al millón de dólares. Y es que la Unión Europea (UE) aplica políticas proteccionistas en su mercado agropecuario a través de distintas regulaciones o subsidios estatales que hacen que sus precios sean más competitivos que otros.
Pese al desbalance comercial que tiene nuestro país con la Unión Europea en materia porcina, originado en las medidas proteccionistas aplicadas allá, el tema no estuvo en la agenda reciente de debate en el acuerdo Mercosur – Unión Europea. Es que la Unión Europea no está para nada propensa a incorporar productos agropecuarios en la discusión.
Pese a eso, nuestro país estuvo dispuesto a hacer concesiones que –de haberse firmado el tratado- habrían afectado directamente a las economías regionales locales. Cuando las negociaciones en el marco de la Undécima Cumbre Ministerial de la OMC se vieron dificultadas, los funcionarios argentinos hicieron un “último esfuerzo” para mostrar voluntad de sellar la cumbre con el anuncio de la firma. La concesión fue ofrecer acceso a los países de Europa para nuevos productos que no estaban presentes en la oferta original: limones, naranjas, mandarinas, merluza, vieiras, calamares, ciruelas, frutillas congeladas, huevos, miel y aceite de oliva, entre otros. Esto fue informado a través de un comunicado del Ministerio de Producción, en el que también se informaba que, a pesar del “esfuerzo”, no se había encontrado reciprocidad en la contraparte.
Los mayores importadores de carne porcina argentina son Rusia y Hong Kong, con 3,48 y 3,42 millones de dólares respectivamente. El total de ventas al exterior es de 10,6 millones, de los cuales Europa compra solamente 988.449 dólares.