por Darío Martelotti y Giuliana Fernández

Tras la renacionalización de YPF, la producción de crudo comenzó lentamente a recuperarse. Se desaceleró la tendencia declinante y se empezaron a ver las mejoras de los indicadores después de más de una década de vaciamiento de la empresa española Repsol. En este sentido en 2015, por primera vez, se logró una producción mayor a la del año anterior.

Con la llegada de Cambiemos al poder político, el lento y dificultoso camino al autoabastecimiento y la soberanía energética fue interrumpido. La política del sector comenzó a ser digitada por un cartel de empresas con poder ministerial (con el Grupo Shell a la cabeza, a través del ministro Juan José Aranguren, ex Ceo y accionista de la compañía) y “la menor producción de crudo doméstico fue compensada con mayores importaciones, tanto de petróleo como de naftas y gasoil”, señaló Federico Bernal, director del Observatorio de la energía, tecnología e infraestructura para el desarrollo (OETEC).

En este marco, según un reciente informe del Observatorio, en los cinco primeros meses de 2017 las importaciones de petróleo aumentaron un 326% respecto a igual período de 2015 y ya superaron las del total de ese año en un 4,8%. Al mismo tiempo, la producción de las Cuencas Neuquina y del Golfo San Jorge –que explicaron en 2016 cerca del 90% del petróleo que se procesó en el país– continuaron con sus tendencias a la baja y acumularon caídas del 7,3% y el 10,5%, respectivamente.

Los volúmenes de crudo refinables que dejaron de extraerse en ambas Cuencas durante el año pasado superaron los 1.000.000 de metros cúbicos, mientras que el crudo importado se triplicó respecto al año anterior y alcanzó los 920.000 metros cúbicos. "Es decir, las importaciones vinieron a reemplazar directamente producción nacional y aumentar la rentabilidad de las empresas multinacionales que operan en el mercado", destacó Bernal y agregó que la compra de crudo en el exterior (mayormente a Nigeria) a costos menores a los locales no se tradujo a precios, sino todo lo contrario. En este sentido, según Global Energy Prices, la nafta argentina es hoy la segunda más cara de toda América Latina, solo detrás de Uruguay.

"AXION, propiedad de la petrolera PAE, primera productora privada de crudo y gas del país, con gran participación en las Cuencas Neuquina y del Golfo San Jorge, pasó de importar 27.000 metros cúbicos en 2015 a 303.581 en 2016. En pocas palabras, un 1024% de aumento”, detalló el informe, y agregó que Shell pasó de importar 0 metros cúbicos a 282.167 en el mismo período.

Hoy, mientras aumentan los precios, la tendencia de caída de producción nacional y aumento de importaciones continúa, y entre las empresas importadoras se destaca la estatal YPF. El panorama es aún más grave si se tiene en cuenta que indicadores presentados en esta nota se dan en el marco de un mercado deprimido, con caída del consumo y la actividad y una menor demanda energética, que según el OETEC cayó 2% en el primer semestre de este año.