por PAULA LÓPEZ

El retorno de los cítricos argentinos a Brasil después de ocho años de veda se concretó con el ingreso al territorio brasileño de un camión con 21 toneladas de limones con destino al mercado central de la ciudad de San Pablo.

El envío lo hizo la citrícola Citrusvil, con planta en Tucumán, e ingresó por el paso internacional Santo Tomé, en la provincia de Corrientes, y Sao Borja, del estado de Río Grande do Sul.

La operación marca el reinicio de las ventas locales hacia el vecino país, que se habían frenado en 2009 por razones sanitarias y luego de años de gestiones se rehabilitaron de manera oficial a principios de mayo pasado.

"La posibilidad concreta de volver a ingresar los cítricos al Brasil, fortaleció la relación con el gobierno brasileño, provocando un efecto de reputación y de contagio que le devuelve a la Argentina y a sus economías regionales, la confianza necesaria para consolidar este importante mercado", remarcó el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile.

Se espera que en los próximos días también lleguen también a San Pablo varias toneladas de mandarinas y naranjas argentinas.

Brasil importó el año pasado importó 28.000 toneladas de naranjas y mandarinas, y 1440 toneladas de limones, principalmente desde España y Uruguay, por más de u$s 20 millones.

En el sector citrícola local se entusiasman con la reapertura de este mercado y la posibilidad de ocupar buena parte del total que el gigante sudamericano adquiere por año. En las oficinas gubernamentales consideran que la cercanía, calidad y precio de los cítricos argentinos permitirán rápidamente incrementar los volúmenes de esas frutas con destino a Brasil.

La vuelta de los cítricos locales al socio regional se autorizó a principios de mayo con la aprobación formal del gobierno de Michel Temer del "Sistema de Mitigación de Riesgo (SMR) de cancro cítrico para la exportación de fruta fresca cítrica (citrus spp.)" que se remita. Se trata de una plaga generada por una bacteria que daña la piel de las frutas y termina afectando seriamente la productividad de la planta afectada.

El reingreso para los cítricos argentinos del vecino país se suma a la habilitación de los limones locales para su retorno a Estados Unidos, luego de que la administración de Donald Trump resolvió a fines de mayo no prorrogar la suspensión para esos productos que había impuesto en enero último.

No obstante, para la vuelta de los limones argentinos a EE.UU. aun quedan algunos pasos pendientes, como un trabajo conjunto entre el Servicio Nacional de Sanidad y Agroalimentaria (Senansa) y su par norteamericana, la Aphis, que depende del Departamento de Agricultura estadounidense (Usda) para avanzar en la reglamentación final del protocolo para la exportación a ese destino.

Las ventas de limones a EE.UU podrían alcanzar las 20.000 toneladas anuales y se concretarán en contra-estación (abril-agosto), cuando en stock de esos productos en el hemisferio norte es bajo. Si se concreta algún envío a EE.UU. este año, y en 2018, solo se harán con destino a la costa noreste norteamericana.