Los fabricantes de equipamiento eléctrico y electrónico, manifestaron su "profunda preocupación" ante la "indefinición" del gobierno nacional para llevar adelante procesos de sustitución de importaciones en las terminales radicadas en la provincia de Tierra del Fuego.

El presidente de la cámara que los agrupa (Cadieel) Jorge Cavanna, explicó que de ocho procesos productivos _que prevén la incorporación gradual de partes y piezas fabricadas en Argentina_ sólo está vigente el de los equipos de aire acondicionado, mientras que el correspondiente a celulares está aprobado desde octubre de 2015, pero aún no tuvo aplicación.

En tanto, los de notebook y netbooks, audio, video, videocámaras, microondas y hornos eléctricos, y el de tablets y PCs nunca fueron encarados.

En un comunicado, el dirigente alertó que en el proceso de equipos de aire acondicionado, los pedidos de las terminales fueguinas a las pymes industriales radicadas en el continente realizados entre 2016 y 2017 "se desplomaron hasta en un 50 por ciento", una cifra "mucho mayor" que la caída en las ventas de estos electrodomésticos.

"Hay una cadena de valor liderada por cerca de 20 pymes que invirtieron más de 300 millones de pesos para adaptarse a las exigencias de calidad y procesos de las terminales fueguinas que hoy ven un horizonte muy oscuro. Ya no se trata sólo de diferir o suspender nuevas inversiones, sino que algunas han cerrado líneas de producción y otras están reduciendo personal debido a la falta de trabajo", detalló Cavanna.

También, comentó que junto a esa veintena de pymes que superaron las instancias para ser calificadas como proveedoras, existen "al menos otro centenar que integran las cadenas de valor y que también se ven seriamente afectadas."

"Es todo un ecosistema industrial el que está en riesgo. Necesitamos que el Ministerio de Producción tome cartas en el asunto e impulse el proceso de sustitución de celulares, así como también empiece a trabajar sobre los otros procesos pendientes lo cual podría incrementar geométricamente la cantidad de pequeñas y medianas fábricas proveedoras", indicó.

En ese sentido, precisó que "no sólo se ponen en riesgo empleos e inversiones", sino que "se pierde una oportunidad de apropiación tecnológica e innovación" que permitiría que las pequeñas y medianas industrias "mejoren sus procesos y ganen en competitividad externa".

Crisis prolongada

El año pasado, Cadieel indicó que el sector ya venía arrastrando una crisis. Al comparar los primeros nueve meses de 2016 con el mismo período de 2015, el 40 por ciento de las empresas indicó que disminuyó su facturación en un promedio de 30,50 por ciento, frente a un 32 por ciento que la aumentó en una media del 30,75 por ciento. El 27 por ciento de las firmas se mantuvo estable.

De ocho producciones que prevén incorporar gradualmente piezas argentinas, sólo está vigente uno"