Florencia Donovan

DAVOS, Suiza.- La economía no termina de arrancar, las ansiadas inversiones llegan por goteo, los niveles de pobreza no mejoran y algunas encuestas privadas hasta muestran que, pocos meses antes de las elecciones de medio término, el presidente Mauricio Macri no está pasando por la mejor de las situaciones en la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante de toda compulsa electoral. Pese a ello, según un sondeo de Ipsos/Mori's sobre "Lo que preocupa al mundo" -en el que participan miles de personas en 25 países-, en la Argentina el 56% de los ciudadanos considera que el país va por el camino adecuado.


Si bien existe un 44% que opina lo contrario, la cifra de aceptación de la población argentina es una de las más altas entre los países relevados, sólo superada por Rusia, donde el 58% de los encuestados respondió que su país estaba yendo en la dirección correcta; por India, con el 76%; por Arabia Saudita, con el 80%, y por China, donde el 90% considera que el camino es el adecuado. Es, además, por lejos, la más alta de América latina. En Brasil, el descontento asciende al 83%; en México, al 96%, y en Perú, al 50 por ciento.

Y el resultado es aún más sorprendente considerando que, de acuerdo con el relevamiento que se realizó entre octubre y noviembre pasados, el descontento de la población a escala global es creciente. Según el sondeo, que se lleva a cabo desde 2010, a nivel global, sólo el 37% cree que su país está bien rumbeado.

La principal preocupación a nivel global, subrayó el 38% de los encuestados, es el empleo. En España e Italia, más del 65% ubicó los problemas de empleo como su principal causa de desvelo. Esto, no obstante, se mantiene firme desde que se lanzó la encuesta, según consigna Andra Willige, que analizó los datos para el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

En segundo lugar figuran la pobreza y la desigualdad social (ambas, también con casi el 38 por ciento). Y en tercer lugar, con un 30%, la corrupción política.

En los países de América latina, en tanto, se destacan la angustia por la violencia y los servicios de salud, entre las cinco preocupaciones principales. "Los países de América latina están más preocupados que el resto del mundo por el crimen y la violencia, en particular, Perú, México y la Argentina", dice Willige. Mientras que el temor al terrorismo gana terreno en países como Turquía o Hungría.

Se trata, en retrospectiva, de una estadística que reafirma el porqué de fenómenos como la sorpresiva salida del Reino Unido de la Unión Europea -el denominado Brexit- o el batacazo de Donald Trump en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Según la encuesta, en la principal potencia del mundo, el 65% de los sondeados dice que el país no va por el camino correcto; en el Reino Unido, el 63 por ciento.

"Es importante escuchar a los populistas, de hecho tenemos varias sesiones donde vamos a tratar estos temas, y tenemos representantes de partidos populistas aquí con nosotros", declaró Klaus Schwab, fundador del WEF. "Debemos tomarlo muy en serio [el populismo]", agregó el responsable del foro empresario más importante del plante.

Según admitió, "la globalización económica entró en una fase crítica. El humor en todos las democracias es de desasosiego y ansiedad, lo que ayuda a explicar el surgimiento de un nuevo tipo de políticos populistas". Schwab, no obstante, defendió la globalización y el capitalismo, aunque habló de la necesidad de un empresariado más responsable.

La 47° reunión anual del WEF, que comienza hoy y se extiende hasta el viernes, tiene como consigna los "Liderazgos responsables y receptivos", y todas las charlas y reuniones girarán en torno de varios ejes: un sistema de gobernanza más influyente, la reforma del capitalismo, la 4a revolución industrial y el fortalecimiento de la identidad.

"Los temas del WEF se ajustan a la realidad latinoamericana, son discusiones desde donde se pueden sacar ideas para poder hacer las transformaciones que necesitamos en América latina", dijo a LA NACION, por su parte, Marisol Argueta, directora principal para América latina y miembro del comité ejecutivo del WEF.

Aunque ausente, en Davos Trump está en boca de todos los participantes del WEF. Su asunción, este viernes, coincide con el último día del evento, razón por la cual prácticamente no hay presencia de funcionarios norteamericanos inscriptos que vayan a formar parte de la nueva administración. Sólo está confirmado el secretario de Estado, John Kerry, y el vicepresidente, Joe Biden, quienes, sin embargo, como representantes del gobierno de Obama también abandonarán su cargo el viernes.

Paradójicamente, la presencia de China, el país mejor posicionado en la encuesta de Ipsos, es la más relevante que tiene el país asiático en toda la historia del foro. Será el presidente chino, Xi Jinping, el encargado de iniciar formalmente las sesiones del foro, mañana por la mañana. Es la primera vez que un líder chino participa del WEF, que históricamente convoca a mandatarios de todas partes del mundo y a los empresarios más relevantes de la economía global.