Carlos Sueiro,

La entidad gremial dio a conocer su postura mediante una solicitada que lleva la firma de Carlos Sueiro, secretario General del Sindicato Único del Personal de Aduanas (SUPARA) y titular del Comité Arbitral de la CGT Unificada. El escrito remarca el clima de “desánimo e inseguridad” que viven los trabajadores.

Carlos Sueiro, titular de la Comisión Arbitral de la CGT (encargada de resolver los conflictos intrasindicales y de encuadramiento), y secretario General del SUPARA, expone hoy en una solicitada sobre la “falta de precisión” en la información que transciende a cerca del organismo. A la vez que se resuelve declarar el estado de alerta y movilización en todo el país. “La Aduana es un Organismo que resguarda los intereses de la Nación y su funcionamiento debería priorizarse por encima de cualquier Interés sectorial o político. Los raides mediáticos, las falacias y la falta de precisión en las Informaciones están dinamitando la Institución más antigua de la República y menoscabando la credibilidad y esfuerzo de todos sus trabajadores. Ningún Organismo puede trabajar con eficacia y seguridad, si todos sus trabajadores están sometidos a un destructivo y sospechoso cuestionamiento difamatorio generalizado. Hoy, en todas las Aduanas del país, reina la indignación, la impotencia y la bronca que constituyen el peor daño institucional; que no será fácil superar”, indica Sueiro en la solicitada..

Además, en el texto titulado “La Aduana no es un botín político”, se explica que “el desánimo, el desaliento y la inseguridad imperantes solo contribuyen a debilitar las funciones de control que le competen a la Aduana. Este clima laboral adverso, insostenible y desalentador conspira con la difícil tarea de fiscalizar el comercio exterior, luchar contra el contrabando, la evasión y el narcotráfico”.

Desde SUPARA, se menciona un ejemplo sobre una noticia dada a concoer hacer unos días ”El supuesto hallazgo de 10 barriles de pseudoefedrlna en el aeropuerto de Ezeiza. Un informante anónimo y un mapa, fueron los desencadenantes de un allanamiento que hablaba de efedrina, triple crimen y corrupción. Sin embargo no se trató de un entramado mafioso, ni de un secreto revelado. La verdad fue que los 10 barriles ya habían sido detectados por el servicio aduanero, interdictados impidiendo cualquier maniobra, se había notificado al SEDRONAR, resguardado la carga en un recinto especial precintado con cámaras que monitoreaban su ubicación, y efectuada la correspondiente denuncia penal ante el Juzgado Federal Nro. 6, Expediente Nro.15618/11; todo eso en el año 2011”, detalla Sueiro.

El sindicato sostiene que el verdadero objetivo que sostienen las acusaciones es, un condimiento que se añade que es la “fractura en la conducción del Organismo, donde los que fueron removidos siguen impartiendo órdenes desde el exilio bajo la consigna de "volveremos" y los que hoy están a cargo de la Dirección están maniatados para adoptar las medidas y tomarlas decisiones que es urgente implementar” Es el peor escenario para un impostergable ordenamiento institucional; y el mejor para que persistan las "maniobras" y el descontrol.

Por último, y luego de detallar la situación del sector, la Comisión Directiva "declararel estado de alerta y movilización en todo el país", y adverte a las autoridades que "la grave situación Institucional pone en riesgo la eficacia funcional de este Organismo provocando un peligroso debilitamiento de los controles e instalando la inseguridad laboral y mantener en sesión permanente a la Comisión Directiva, a fin de analizar y proponerlas medidas de acción directa a adoptar”, concluyen.