El consumo del vino en el mundo viene transitando por un túnel oscuro luego de la crisis económica en el 2007 y golpeó duro a las bodegas, al punto tal que provocó una fuerte caída del consumo per cápita en casi la totalidad de los principales países productores, caso de Francia, España e Italia.

Lejos están hoy las cifras de aquellos más de 100 litros por habitante/año de la década del 70. Apenas se llegan a los 20 litros en el mejor de los casos (Argentina es uno de ellos) cada país productor de vino tiene asociado a sus dramas externos los dramas globales. De esto ningún país se escapa.

Pero la aparición de mercados emergentes como el asiático, así como el aumento del 10% en el consumo en Estados Unidos, le dio oxígeno a la vitivinicultura y mantuvo estabilidad.
Hoy China se consolida como el primer comprador vitivinícola el continente asiático, en un mercado liderado por los vinos franceses.

Como ya ocurrió en 2015, China aumentó notablemente sus importaciones de vino durante el primer semestre de 2016, tanto en volumen como sobre todo en valor. Por su parte Japón redujo ligeramente sus importaciones. Son las dos principales conclusiones según se desprende de los dos últimos informes del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) sobre el mercado del vino en ambos gigantes asiáticos.

El vino envasado marcó la subida global y ya supone el 94% de la inversión china en vino, con España creciendo por encima de sus competidores. China gastó casi un 50% más en vino envasado español durante el primer semestre.

De este modo, China se consolida como primer comprador vinícola del continente asiático, en un mercado liderado por los vinos franceses, sobre todo en valor.

El gigante asiático aumentó sus importaciones de vino un 21,9% en volumen y destinó un 34,4% más en compra de vinos en el primer semestre. El vino envasado representó el 74% del volumen y hasta el 94% del gasto total. España fue el país que más creció en esta categoría entre los 10 primeros proveedores.

Japón redujo sus importaciones

Por el contrario, Japón redujo levemente sus importaciones en esta primera mitad de año. Sólo crecieron las compras de vinos espumosos gracias a la buena marcha de España, que gana bastante cuota como segundo proveedor en esta categoría de vinos, aunque aún lejos de Francia.

Para el conjunto de vinos, Francia representó casi el 50% de las importaciones en valor al registrar precios inalcanzables para el resto, si bien en cantidad Chile es el país que más vino exporta al mercado nipón.

Las importaciones japonesas de vino cerraron el primer semestre de 2016 con leves caídas en valor y volumen, a precios más bajos (en yenes) para todos los vinos.

El vino envasado supuso cerca del 65% de las importaciones totales en Japón.