En el marco del Seminario "Carne Argentina 2030, con la Ganadería Ganamos Todos", organizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), miembros del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC expusieron sobre las perspectivas y principales desafíos de la industria frigorífica para la próxima década.

Para el 2025 estiman un incremento de la faena del 29%, llegando a las 16 millones de cabezas, y un aumento del 47% en la producción, proyectada en 4 millones de toneladas de carne. En cuanto al consumo, se mantendría estable en 2,5 millones de toneladas, y prevén que las exportaciones alcanzarán 1,5 millones de toneladas, lo que representa 7.000 millones de dólares. De esta manera, nuestro país volvería a ubicarse entre los principales 5 exportadores mundiales de carne vacuna.
Para lograr este crecimiento, será necesaria una serie de condiciones, como mejorar la calidad del rodeo y aumentar el peso de la faena por animal. También incrementar la oferta de novillos y la tasa de extracción de la faena. Por otro lado, será fundamental realizar inversiones en tecnologías que garanticen una mayor productividad y faciliten el crecimiento del stock ganadero para llegar en 2025 a las 58 millones de cabezas.

"A partir del cambio de gobierno tuvimos una señal política muy clara en cuanto al modelo. La eliminación de las retenciones, del sistema de exportación a través de los ROE, y una mejora en el tipo de cambio que hizo que Argentina fuera más competitiva a nivel internacional fueron signos claros de la recuperación que el sector necesita", dijo a Transport & Cargo Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carne ABC.
Si se comparan las cifras de exportación de junio con respecto a mayo, bajaron un 19% en valor y 12% en volumen.

"Estamos con el negocio sumamente estancado y buscando la manera de pasar este lapso para reinsertarnos con un modelo exportador de carnes. Argentina llegó a exportar 750 mil toneladas en 2005, y ahora estamos exportando 200 mil. El stock ganadero tiene índices positivos de recuperación. En los últimos 10 años perdimos alrededor de 10 a 12 millones de cabezas, pero ahora el índice de faena de hembras se redujo de 5 a 6 puntos. Esto es positivo, porque significa que el productor esta guardando madres y otra vez es buena la inversión en materia de ganadería.

Tenemos el precio del novillo más alto del Mercosur pero tiene que ser así porque necesitamos recuperar la ganadería para que el productor reciba un buen precio que derrame y lo impulse a tener más hacienda", aseguró Ravettino. La agenda de apertura de mercados es cada vez más amplia y fue mantenida incluso durante los tiempos donde hubo restricción a las exportaciones.
"¿Por qué nos preocupábamos por abrir nuevos mercados si no nos dejaban exportar? Las negociaciones demandan muchos años, y si hubiésemos aguardado el momento actual para iniciar esas negociaciones íbamos a perder al menos cinco años más.

Estamos próximos a realizar los primeros embarques al mercado de los Estados Unidos y trabajamos en nuevos protocolos con China con quien solo tenemos el de carne congelada, mientras Uruguay posee cinco como los de carne con hueso, cocidas, con menudencias, etc.", manifestó el presidente del Consorcio ABC.

El gran inconveniente es el inicio de la negociación UE - Mercosur donde en principio quedó afuera de la oferta el rubro carnes. No obstante, el embajador de Uruguay que es presidente pro tempore del bloque regional, prometió que en la próxima reunión de octubre serían incluidas.
Vietnam está abierto pero no se han hecho muchas operaciones. Interesa mucho el mercado de Corea pero es difícil, requiere de seis etapas y se está transitando la segunda de ellas. Hay avances en las negociaciones con México, una plaza que nunca tuvo Argentina y que posee un enorme potencial de crecimiento. Estamos relegados con los mercados de África del norte porque por precio nos ha desplazado Brasil.

"En materia impositiva, el incumplimiento es colosal, y lo mismo sucede con las obligaciones previsionales. La paritaria la cumple solo el 40% de la faena. La competencia desleal hace que la industria formal no pueda competir. Hasta que no haya una reestructuración integral del tema formalidad, se van a atrasar las inversiones, y las plantas sanitariamente aptas para la exportación", resaltó Mario Ravettino.