MATÍAS LONGONI

Las empresas de Trelew que desde hace décadas procesan parte de la lana producida en la Patagonia se declararon en situación de emergencia y temen por posibles despidos en el sector. Se trata de uno de los "efectos colaterales" de la quita de las retenciones a la exportación de productos agropecuarios que el gobierno de Mauricio Macri aplicó en diciembre pasado, a los pocos días de asumir.

Las firmas que integran el Polo Industrial Lanero más importante de toda la región, y que dan empleo a unas 2.000 personas, se reunieron esta semana con el ministro de la Producción de Chubut, Hernán Alonso, a quien le reclamaron que se realicen gestiones urgentes antes las autoridades nacionales, para corregir las distorsiones originadas por la rebaja impositiva. El funcionario de Mario Das Neves se comprometió a elevar el pedido, en un contexto donde muchas peinadoras, lavaderos e hilanderías han comenzado a reducir turnos de trabajo, aunque sin producir todavía ningún despido.

En diciembre, como había prometido en la campaña electoral, Macri firmó el decreto 133/15, que dispuso una generosa rebaja de retenciones. La lana "lavada", que tiene un primer proceso industrial, fue uno de los productos beneficiados: su alícuota bajó de 5 a 0%. Para el caso de la lana "sucia" se dispuso una reducción de 10 a 5%. ¿Qué sucedió? Según los textiles, a partir de ese momento se dispararon las exportaciones de lana sin procesar, dejando a los establecimientos industriales tradicionales de esa ciudad chubutense sin chances de competir por la materia prima.

"La quita de las retenciones a la exportación de lana sin procesar ha generado asimentrías entre la lana sucia y la lana procesada. Se solicita una política para aliviar la carga impositiva al sector industrial textil que equipare las condiciones con los exportadores de lana sucia, de manera que agregarle valor a la misma sea una opción rentable", señalaron los textiles en una solicitada. Allí reclaman que mediante una modificación de los reintegros se recupere el diferencial histórico que existía entre ambos productos, y que era del 6,8%. Pero además se exige al gobierno macrista que elimine los reembolsos por puertos patagónicos de los que gozan también los embarques de lana sin procesar.

Según datos de la Federación Lanera Argentina sobre la zafra 2015/16, hasta fines de abril la producción de lana había llegado a 46.000 toneladas, pero además había un remanente de otras 38.000 toneladas. Respecto de las exportaciones, en el periodo se habían embarcado 34.045 toneladas de lana base sucia, equivalentes a 19.664 toneladas de base limpia. De ese último total, el 30% era lana sin ningún proceso, otro 9% era lana simplemente lavada y el 61% correspondía a diferentes subproductos textiles.

"Este polo da trabajo a más de 2.000 familias de forma directa e indirecta y genera un movimiento económico de US$ 123 millones anuales, de los cuales un importante porcentaje queda en nuestra ciudad", apuntaron los textiles de Trelew, que desde 2012, debido a las sucesivas crisis que vivió la actividad lanera (cenizas, sequías, etcétera) están trabajando a un 70 o 75% de su capacidad instalada.