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06/03/15 | Noticias

Cuatro razones por las que pierde terreno el "Made in Argentina" en los mercados clave del mundo

Image Luego de un complejo 2014 en materia de comercio exterior, el arranque de este año confirmó las dificultades que está atravesando el sector exportador en general.
Cabe destacar que en enero pasado, según datos del INDEC, el saldo comercial fue de u$s73 millones. Si bien este resultado fue un 100% superior al superávit de enero de 2014, la realidad es que esto se logró, básicamente, por el férreo control a las importaciones, ya sea mediante la no autorización de Declaraciones Juradas o a través del continuo "retaceo" de divisas por parte del Banco Central.
Sin embargo, este control aduanero que está llevando adelante la administración K para evitar una caída de las reservas no tapó la mala performance de las exportaciones.
Los datos oficiales oficiales mostraron para enero una caída del 18% respecto del mismo mes del año pasado, con envíos al exterior por apenas u$s4.300 millones, el menor nivel desde febrero de 2010.
Al trazar una radiografía sobre los grandes rubros, se destaca que el único que exhibió un alza fue el correspondiente a productos primarios. El resto sufrió fuertes caídas.
Lo más preocupante es la delicada situación de las manufacturas industriales, justamente, el rubro responsable de sumar mayor valor agreado: en enero, las ventas al mundo se derrumbaron 24%, una mala performance que estuvo explicada mayormente por el pobre dinamismo de la economía brasileña, lo que se tradujo en una menor demanda de autos nacionales y demás bienes industriales.
El "made in Argentina", rumbo al peor registro en diez años
Desde Econviews advirtieron que este año Argentina se encamina a exportar una menor cantidad de bienes que hace diez años.
"Es un caso casi único en la región, excepcionalidad que comparte otra vez con Venezuela", advirtieron.
En concreto, se espera que en 2015 las exportaciones argentinas, en términos de volumen, sean 5% inferiores a las de 2005,
¿Qué se prevé para el resto del mundo? De acuerdo con la consultora que dirige Miguel Kiguel, en ese mismo lapso, "las exportaciones mundiales habrán crecido 49%; las de emergentes, 69%; las del G7, 38% y las de América Latina y el Caribe, 26%".
Desde Econviews añadieron que el desempeño ha sido especialmente malo desde el cepo, ya que desde 2011 las ventas al exterior de la Argentina cayeron 17%, mientras las mundiales crecieron 16% y las de países emergentes subieron un 21%.
Las causas del declive del "Made in Argentina"
Al momento de analizar el por qué del fuerte achicamiento del saldo comercial y su pérdida de protagonismo como proveedor de divisas, los expertos hacen referencia a un combo de factores:
1. Caída de los precios de las materias primas
Por el fortalecimiento del dólar y los crecientes stocks de granos en el mundo, las cotizaciones de los principales productos exportados por la Argentina padecieron una marcada caída en lo que va del año.
El "caballito de batalla" del país, la soja, hoy se negocia en cerca de los u$s380 la tonelada, muy por debajo de los más de u$s500 que se llegaron a pagar meses atrás.
Pero el principal factor que incide en el menor ingreso de dólares no está explicado tanto por la baja del precio, sino por el hecho de que este desplome de las cotizaciones fue el que volvió a desalentar a sojeros a vender su producción.
Claro que a esto se sumó un factor no menor: tras la devaluación de enero de 2014, el Gobierno ajustó el tipo de cambio oficial menos del 10%, potenciándose el atraso cambiario frente a la inflación. Así, mes a mes, comenzó a rendir menos cada dólar liquidado por ventas al mundo.
Así las cosas, los exportadores de granos liquidaron en la última semana u$s208 millones, 70% menos que lo registrado en la misma semana de 2014, y así acumularon en lo que va del año un ingreso de divisas 32% inferior al año pasado, aun cuando la última cosecha resultó 15% superior.
De esta manera, desde el Gobierno se quejaron de que los productores agrarios se "sentaron" sobre la cosecha, y prácticamente paralizaron sus ventas en la última semana, llevando a las liquidaciones por exportaciones de granos a los valores más bajos de la última década.
2. La "locomotora" brasileña no empuja como en otros años
Otro factor está siendo explicado por el pobre dinamismo de Brasil, que está demandando menos productos argentinos.
Las perspectivas del mercado para este año indican que el PIB de ese país sería negativo en un 0,58%, lo que se traduciría en la mayor contracción en 25 años.
En el primer bimestre de este año, los envíos argentinos al país vecino alcanzaron los casi u$s1.600 millones, contra los u$s2.075 millones del año pasado, lo que implicó una caída del 23 por ciento.
Uno de los sectores más afectados es el automotor, que está padeciendo una marcada contracción de las ventas hacia ese destino, responsable de adquirir casi 9 de cada 10 unidades que se envían afuera.
Según datos de ADEFA, las exportaciones de 0Km a Brasil se desplomaron más del 70% en enero, con unas 12.500 unidades menos en apenas un mes.
Pero no todo se explica por la mala performance del sector automotor: por detrás, hay un gran entramado de pequeñas y medianas empresas que, debido a la baja del consumo en tierras de Rousseff, están viendo cómo los envíos no paran de desinflarse.
3. Se agotó el "colchón" de competitividad cambiaria
Tras la devaluación de enero, la ministra Débora Giorgi aseguraba que se había llegado a un nivel de tipo de cambio óptimo para impulsar exportaciones y sostener los puestos de trabajo.
Sin embargo, la fuerte suba de costos tras el salto del dólar llevó a que hoy no quede nada de aquel colchón de competitividad.
Según cálculos de Elypsis, nunca antes desde la salida de la convertibilidad, es decir, en cerca de 13 años, el país había registrado un nivel de tipo de cambio en términos reales tan desventajoso como el actual.
En diálogo con iProfesional, Luciano Cohan, economista de la consultora, confirmó que "la relación respecto a la canasta de monedas de las naciones con las que comercia nuestro país, considerando inflación, está en los niveles más apreciados desde el fin del 1 a 1".
Es decir que no sólo se perdió todo el efecto del salto cambiario de enero de 2014, sino que, en términos prácticos y por el efecto de la elevada inflación local, ya no quedó absolutamente nada de aquel "colchón" que dejara la megadevaluación de 2002 (ver cuadro).

Desde la consultora Economía & Regiones destacaron que lo primero que juega en contra de la estrategia de mantener el dólar cuasi fijo es el contexto internacional, "que nos afecta negativamente porque las monedas de nuestros principales socios comerciales y competidores se devalúan contra la divisa norteamericana".
"Con dólar cuasi fijo, la pérdida de competitividad se duplica, porque nos encarecemos en dólares mientras que nuestros socios y competidores comerciales se abaratan en esa misma moneda", completaron desde la consultora.
Según Miguel Ángel Boggiano, director de Carta Financiera, "en 2014 la Argentina se volvió un 34% más cara en dólares. Pero si se tiene en cuenta que la divisa en los últimos doce meses se fortaleció un 15% en el mundo, entonces esto significa que estamos un 50% más caros que el año pasado".
4. La Argentina se encarece cuando los socios se abaratan
Asociado a este último punto, un factor clave que explica la pobre performance de las exportaciones argentinas está vinculado con la importante devaluación que está experimentando la moneda brasileña.
En los últimos meses, el real inició un inesperado rally descendente, lo que está dotando de mayores ventajas a los exportadores de manufacturas de ese territorio, a la vez que desalienta las importaciones desde la Argentina.
Este panorama se agravó en las últimas semanas: en lo que va de 2015 el real se depreció cerca de un 11%, alcanzando el valor más bajo en la última década, lo que le mete más presión al BCRA por el efecto que esto tendrá en las exportaciones nacionales.
Para el titular del BCRA, Alejandro Vanoli, no es un dato menor que el tipo de cambio entre el peso y el real, considerando la inflación en ambos países, arroje la peor relación desde la salida de la convertibilidad (ver gráfico).

Según Boggiano, "entre 2010 y 2013, Brasil recibió en promedio el 21% del total de nuestras exportaciones. Con un peso prácticamente inamovible, los envíos hacia nuestro principal socio comercial se verán seriamente afectados".
"Esto implica que, sumado a la pérdida de competitividad que está sufriendo Argentina, un quinto del ingreso de dólares al país por comercio exterior está teniendo una nueva presión a la baja por la devaluación de nuestro vecino", recalcó.
Para Mauricio Claverí, "el debilitamiento del real brasileño agrava los problemas de las empresas nacionales y esto explica por qué nuestras exportaciones vienen cayendo con tanta fuerza en el año".
Cuatro factores y "algo más"
A este combo de factores, desde Econviews le sumaron otras causas que también ayudan a explicar la debilidad del "Made in Argentina" y el consecuente deterioro del superávit comercial.
Para la consultora, el crecimiento económico y los mayores ingresos de divisas de los últimos años "no fueron utilizados para consolidar una plataforma exportadora sustentable, elevando y diversificando la capacidad de producción exportable o mejorando la logística del transporte hacia los puertos y puestos fronterizos, ni para ganar mercados mundiales, aumentando las cuotas de exportación en los destinos ya existentes o logrando el acceso a nuevos mercados.
"Por el contrario, estos recursos fueron canalizados mayormente hacia la promoción del mercado interno y el consumo, mientras se ensayaban sustituciones de importaciones en algunos sectores", subrayaron.
En este contexto, desde la consultora que dirige Kiguel señalaron que las ventas al mundo "caen principalmente por el sesgo antiexportador del actual esquema de política".
Entre los factores principales señalaron las retenciones a las exportaciones, prohibición a exportar ciertos bienes, controles cambiarios, elevada brecha cambiaria, aranceles a las importaciones y en especial de bienes de capital, así como las crecientes dificultades para importar insumos y maquinaria, entre otros puntos.
"Esta estrategia terminó desalentando las exportaciones y no logró evitar un nuevo estrangulamiento externo", concluyeron.

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