05/03/15 | Noticias
por DOLORES AYERRA Buenos Aires
El impacto de la caÃda del precio internacional de crudo se evidenció con fuerza en las cuentas energéticas nacionales en el arranque de 2015. En comercio exterior, tanto las importaciones como las exportaciones en este rubro, se desplomaron en enero (último mes relevado), medidas en términos interanuales. Según los datos de Aduana (que computa las operaciones del mercado sumado a las de Cammesa), las importaciones de naftas y gasoil en enero totalizaron u$s 302 millones contra u$s 560 millones del mismo mes del año pasado. Las erogaciones marcan un retroceso de más del 46%.
El descenso a priori serÃa una buena noticia para el Gobierno, que gracias a un factor externo (como es el valor del petróleo en el mundo) está consiguiendo el ahorro de algunos millones de dólares en las compras externas de energÃa para cubrir la demanda doméstica. La caÃda del barril afecta a todos los productos que compra del exterior la Argentina como el gas, que llega desde Bolivia y por barco bajo la forma de LNG (gas licuado) o los derivados, como las naftas, el fueloil y el gasoil. Los datos de Indec para enero muestran un brusco descenso interanual tanto de los precios implÃcitos de los combustibles y energÃa que exporta Argentina (-54%) como de los combustibles que importa (-39%). Como resultado se abarataron las importaciones que el Gobierno desde 2010 necesitó profundizar para cubrir una demanda interna que no puede abastecerse con la declinante producción nacional tanto de petróleo como de gas.
Sin embargo, los volúmenes importados también retrocedieron y según los especialistas, la baja responde a un menor nivel de actividad económica, sumado a un verano más moderado en temperaturas. Según cifras de la SecretarÃa de EnergÃa actualizadas hace dos dÃas, la cantidad total de productos importados registró un retroceso de 30% en el primer mes de año, contra igual perÃodo de 2014. "Es importante advertir que las importaciones de petróleo, gasoil, naftas, GNL y el gas de Bolivia no sólo están cayendo por precio sino también por volumen", señaló a El Cronista Daniel Montamat, ex secretario de EnergÃa.
Otro dato desalentador para la administración de Cristina Kirchner es que la caÃda del petróleo afecta en forma directa en las exportaciones, que son una vÃa de ingreso de dólares al paÃs en un contexto en el que las divisas escasean. En rigor, en enero, las ventas de energÃa al exterior registraron una merma más pronunciada, con un retroceso de casi 60%. Ese mes, las exportaciones alcanzaron los u$s 124 millones contra u$s 291 millones enero de 2014. Si bien, pocas petroleras exportan combustibles (la principal es Pan American Energy, dirigida por los hermanos Bulgheroni), un barril más barato que hoy cotiza cerca de u$s 60 el barril, afecta directamente al corazón de su negocio. Es asà que muchas empresas hoy encuentran menores incentivos para producir bajo este escenario. La estatizada YPF, que fue la única que anotó un aumento en la producción de gas en 2014, serÃa la principal perjudicada bajo ese análisis. La empresa que conduce Miguel Galuccio está haciendo enormes esfuerzos para tentar a socios extranjeros a que inviertan en la exploración y explotación de hidrocarburos, sobre todo en Vaca Muerta, el yacimiento no convencional que mayormente opera YPF en Neuquén. La semana pasada, en una conferencia telefónica con periodistas, Galuccio aseguró que este precio de petróleo "no vino para quedarse". Tanto optimismo puede explicarse quizás porque YPF firmó el mes pasado un preacuerdo con la china Sinopec, que intenta cerrar de forma definitiva lo antes posible.
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